La salud y el desarrollo del feto dependen enormemente del comportamiento, las opciones nutricionales y la actitud de la madre embarazada. Los estudios médicos señalan el profundo impacto que ejerce todo aquello que rodea a la mujer embarazada en el bebé que está por nacer; y el hecho de que rodearla de un ambiente tranquilo y positivo como así también evitar causarle enojo y ansiedad resulta muy beneficioso para el feto.
El desarrollo físico del embrión refleja a su contraparte espiritual. Las decisiones espirituales de la madre embarazada ejercen un efecto de por vida en el bebé en desarrollo.
El embarazo es una época apropiada para que la mujer aumente las mitzvot (buenas acciones) que realiza y para su propio refinamiento espiritual como persona. Trata de rodearte de un ambiente sagrado, por ejemplo asistiendo a la sinagoga y participando en clases de Torá tanto como puedas.
Dar caridad es especialmente beneficioso. Cuando somos generosos con los demás, Di-s nos trata de la misma manera. Además de la caridad que donas habitualmente, da unas cuantas monedas cada día – una caja de caridad situada en un lugar prominente de la casa puede servir de constante recordatorio. El momento más auspicioso para dar caridad es inmediatamente antes de encender las velas de Shabat y de las festividades judías.
Y una dieta meticulosamente kasher provee la mejor “nutrición espiritual” para tu bebé.
He aquí algunas de las costumbres más difundidas con respecto al embarazo:
· “Cuando la congregación saca el Rollo de la Torá, se abren las Puertas de Compasión Celestiales y se despierta el amor de Di-s” – Zohar. Hay quienes tienen la costumbre de que el padre abra el Arca de la sinagoga antes de la lectura de la Torá durante el último mes del embarazo de su mujer.
· A lo largo del embarazo, se recomienda que tanto el padre como la madre acostumbren recitar Salmos.
· Haz que un escriba inspeccione las mezuzot de tu casa. Si no tienes mezuzás en todas las puertas, ahora es el momento adecuado para ponerlas.
· En el parto, ten a mano el Salmo 121. Haz clic aquí para una versión imprimible y llévala dentro del bolso que llevarán al hospital.
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