The physical development of the embryo mirrors its spiritual counterpart. The expecting mother's spiritual choices have lifelong effects on the developing new life...
Lo que ocurre es que el día en el que uno nació, se transformó en su misma persona, que dejó de ser un bulto en la panza de su mamá. Es por eso que este día es un día para reflexionar
El judío está comprometido por un pacto que tiene grabado muy por debajo de su ser consciente, e incluso, en su carne misma: un lazo eterno que Di-s estableció con su padre Abraham.
Desde el becerro de oro, todo primogénito varón israelita debe redimirse en una ceremonia de pidion haben i>, por uno de los hijos de Aarón, también conocido como cohen i>.
De acuerdo con la ley bíblica, el niño no está obligado a observar las mitzvot hasta que no se convierta en adulto. No obstante, existe la mitzvá de origen rabínico, denominada “jinuj”, que dice que los padres deben educar a sus hijos para que se acostumbren a hacer las mitzvot y para que eviten hacer todo aquello que la Torá prohíbe.
A la edad de tres años, la educación de los niños da un salto- de ahora en adelante están listos para producir y compartir sus dones. Para un niño judío, esta transición es tradicionalmente marcada con una ceremonia de corte de cabello.
La compulsión natural a casarse expresa una profunda ambición del alma: su deseo de reconectarse con su otra mitad. Cada cuerpo está ocupado por la mitad de un alma.
La boda judía es un tapiz tejido con muchos hilos: bíblicos, históricos, místicos y legales. Los hilos forman una cadena de continuidad judía que se remonta a más de 3.800 años...
El nombre es mucho más que una mera etiqueta que facilita el reconocimiento de las personas. Al usar tu nombre judío, estás afirmando que estás orgulloso de tu patrimonio judío