Los judíos rezan tres veces al día: a la mañana, a la tarde y a la noche. El rezo matutino es el más largo de todos y las personas que están de duelo dicen, por lo menos, un Kadish al comienzo y varios Kadish al final. En los rezos de la tarde y de la noche, los dolientes dicen el Kadish una sola vez o dos veces al final.