Estimados Lectores:

Este domingo por la noche ya es Shmini Atzeret y el lunes es Simjat Torá (fuera de Israel son dos festividades distintas, en Israel se festeja en un solo día las dos).

Una particularidad que tenemos en Simjat Torá es que nos alegramos con la Torá como bien lo dice el nombre del día, incluso bailamos con la Torá, el baile es la alegría representada con todo el cuerpo, cuando sonreímos estamos expresando alegría con nuestro rostro, cuando bailamos todo el cuerpo esta alegre.

Lo que ocurre en Simjat Torá parece paradójico porque cerramos el rollo de la Torá, lo atamos y bailamos con él, cuando la Torá normalmente está hecha para ser leída, para estudiar de ella, para descifrar sus mensajes. ¿Qué sentido tiene si la cerramos y bailamos con ella?

La verdad es que la Torá es nuestra herencia, y cuando bailamos con ella estamos demostrando que nuestra conexión con ella supera cualquier tipo de conexión intelectual o racional, nos conectamos con ella porque es nuestro lazo viviente con Di-s.

Justamente, cuando estudiamos la Torá usamos nuestra mente y analizamos con nuestro intelecto limitado, pero cuando bailamos con ella demostramos que nuestra conexión con Hashem va más allá de lo racional, y que es una conexión ilimitada.

Nuestro cuerpo entero se anula a la Torá y su mensaje, y festejamos con alegría de ser merecedores de ser parte de esta herencia, incluso quien no sabe leer baila con la Torá.

Por eso este lunes vayan a su comunidad favorita y den una vuelta abrazados del Sefer Torá, ese momento es sagrado y especial, la alegría alcanza niveles que ni la plegaria los alcanza.

¡Jag Sameaj y Shabat Shalom!