La Torá nos cuenta de tres censos en el pueblo Judío:
1. Luego del pecado del Becerro de Oro
2. Luego de que el Tabernáculo fue erigido
3. 40 años más tarde, justo antes de entrar a la Tierra de Israel.

La razón por la cual fueron contados luego del pecado del Becerro de Oro, era para determinar cuántos Judíos habían muerto en la plaga que hubo como resultado del pecado. Debido a que las mujeres no habían participado del pecado, no fue necesario contarlas.

Los otros dos censos, eran en preparación para entrar a la Tierra de Israel. Por eso, era necesario contar a los hombres que serían los soldados, para así poder preparar las divisiones, regimientos, etc.

Sin embargo, luego del primer censo (en preparación para entrar a la Tierra de Israel), los Judíos arruinaron el plan creyendo a los malvados espías, y terminaron quedándose 38 años más en el desierto. Es por eso que fue necesario contarlos nuevamente antes de entrar a la Tierra.