Estimados lectores:

Hace algunos años en Guayaquil, Ecuador tuve una charla con un aspirante a conversión al judaísmo, como muchos saben la conversión según la tradición ortodoxa es un proceso arduo y más en Latinoamerica.

- Tuvimos que pasar un camino muy largo y difícil para salir de la idolatría y encontrar a Hashem – me decía este joven ecuatoriano con sus largas peot y su kipá.

- El camino para llegar a Hashem nunca termina y el de dejar la idolatría tampoco. – le conteste encontrando en sus palabras una reflexión que yo mismo desconocía.

“Éstos son los viajes de los israelitas, quienes habían salido de Egipto”

El viaje para salir de Egipto fue uno solo, los posteriores viajes fueron para llegar a la tierra prometida, de todos modos el versículo considera que cada nuevo viaje era un escalón más de alejamiento de la impureza de Egipto con su simbolismo místico.

Nunca abandonamos por completo Egipto, si ya superamos un desafío espiritual ahora debemos enfrentar uno más grande, pero cada día debemos seguir “buscando a Hashem” perfeccionándonos, elevándonos en nuestras meditaciones, oraciones y principalmente refinando nuestras acciones.

¡Shabat Shalom!

Rabino Eli Levy