Estimados lectores:

Esta noche comienza Sucot, la fiesta de nuestra alegría.

En un contexto normal cabe la pregunta, y más fuerte aun en un año convulsionado como el actual:

¿Cómo puedo obligarme a estar alegre?

Es imposible forzar las emociones y los sentimientos, el calendario no distingue entre días tristes y alegres, para uno es un día increíble y para el otro es el peor día de su vida.

La Tora nos dice que en Sucot salgamos de nuestras casas y nos instalemos en una morada endeble, prácticamente a la intemperie, sin protección frente a la lluvia y el viento.

Ahí nos dice que comamos, bebamos y festejemos. Independiente de nuestro estado de ánimo debemos crear un ámbito, un contexto de alegría.

Cuando ponemos música y nos obligamos a bailar, en algún momento el ritmo nos empieza a llevar y aunque no estemos de humor, nuestro cerebro recibe esa alegría.

Por eso no es una alegría fingida, sino que debemos generar el ámbito para ponernos alegres y eso nos lleva a una alegría genuina.

Rabino Eli Levy

¡Jag Sameaj!

Shabat Shalom