La definición de baal teshuvá
Baal teshuvá (plural: baalei teshuvá, femenino: baalat teshuvá o baalas teshuvá) se traduce literalmente como "maestro del retorno".
Tradicionalmente, el término baal teshuvá significaba alguien que había hecho algo mal, se arrepintió de su comportamiento y luego cambió, resolviendo no volver a hacer lo mismo nunca más.1 Según esa definición, la mayoría de los que hoy llamamos baalei teshuvá simplemente no encajan con el título.
Pero en el sentido más amplio y definitivo, un baal teshuvá es cualquier judío que se encuentra en un constante estado de retorno a su verdadero yo esencial, un alma interior que se conecta con lo Divino a través del aprendizaje de la Torá y el cumplimiento de mitzvot.2
Y así es como se entiende hoy. En la actualidad, la mayoría de los judíos carecen de la observancia de la tradición judía, no por culpa suya, sino simplemente por su educación. La observancia de la Torá se encuentra en el centro mismo del alma judía. Entonces, tan pronto como un judío ha comenzado a moverse hacia un estilo de vida que observa la Torá, incluso con un pequeño paso, él o ella es un baal teshuvá.
En este sentido, toda persona, incluso la que ya es observante, es capaz de ser un baal teshuvá y debe esforzarse por serlo. Después de todo, Di-s es infinito y el viaje hacia Él no tiene fin. Mientras esté viajando en la dirección correcta, ya está ligado a esa infinitud.
Esa es otra enseñanza de nuestros sabios: “Un momento de teshuvá y buenas obras en este mundo contiene más belleza que toda la vida del Mundo Venidero”.3 El Mundo Venidero contiene solo un destello de la luz de Di-s. En el acto de regresar a Di-s a través de mitzvot prácticas, tienes a Di-s mismo.4
Esto también explica cómo los sabios judíos enseñan que toda persona debe “pasar toda su vida en teshuvá”.5 Obviamente, eso solo podría referirse a este tipo de teshuvá, no a los pecados, sino a regresar cada vez más alto hacia Di-s.
Muchos en la comunidad de Jabad notaron la gran atención que el Rebe, el rabino Menachem M. Schneerson, de bendita memoria, prestó a los baalei teshuvá. Una vez, un jasid proveniente de un entorno jasídico arraigado desde hace mucho tiempo se quejó al Rebe de que estaba mostrando más favor a los baalei teshuvá que a los veteranos de la comunidad de Jabad. El Rebe respondió: “Bueno, ¿por qué no te conviertes en un baal teshuvá también?”
El viaje del baal teshuvá
No se espera que un baal teshuvá se convierta inmediatamente en observante de todo el cuerpo de la ley y la tradición judías. Eso sería contraproducente. Es la naturaleza humana básica que los nuevos hábitos solo se mantienen cuando se adoptan gradualmente.
Una mejor estrategia es asumir las mitzvot paso a paso, preferiblemente con la guía de un mentor experimentado. Algunos baalei teshuvá necesitan que alguien los anime, otros necesitan que alguien los frene.
“La Torá no fue dada a los ángeles ministradores”, dicen los sabios judíos.6 Nos cuentan que Di-s dice: “Todo lo que puedas hacer, eso es lo que Me agrada”.7 Porque “Di-s no es un tirano con sus criaturas”,8 y “Él solo exige de cada uno según sus capacidades”.9
Siempre que el baal teshuvá esté subiendo la escalera hacia la plena observancia, al ritmo que sea necesario, se le considera plenamente observante.10 Incluso una pequeña mitzvá o un nuevo hábito en la dirección correcta puede convertir a una persona en un baal teshuvá de pleno derecho.
Todo esto habla de asumir más mitzvot y más buenos hábitos. Pero cuando se trata de romper con los comportamientos destructivos e inmorales, no hay pasos; luchar con el barro simplemente te sumerge más en él. Como los judíos que escaparon de Egipto el primer día en que surgió la posibilidad, simplemente tienes que dar un gran salto fuera del abismo.11
Eso puede ser difícil y necesitará la ayuda y la guía de otros. Nadie espera que rehagas tu personalidad de un solo salto, o por tu cuenta.12 Como una persona atascada en arenas movedizas, tienes que encontrar a alguien que esté en terreno firme que pueda ayudarte a salir.
Una vez que te comprometes, una gran mano baja del cielo para ayudarte, a menudo poniendo a las personas adecuadas en tu vida. Como dicen los sabios judíos: “Cuando vienes a purificarte, el cielo te ayuda”.13
Incluso entonces, no dejes que los malos hábitos te impidan seguir adelante. Mientras más Torá y mitzvot tengas en tu haber, más fuerza tendrás para superar esos malos hábitos. Nadie debe abstenerse de hacer algo bueno simplemente porque está atrapado haciendo otra cosa que está mal. Eso no es hipocresía, solo inconsistencia, y no hay ser humano vivo que no sea inconsistente de una forma u otra.
El movimiento moderno de baal teshuvá
Históricamente, ha habido muchas ocasiones en las que un gran número de judíos regresó a su herencia. El movimiento de baal teshuvá de la segunda mitad del siglo XX fue uno de los más dramáticos.
Lo que comenzó con un goteo en la década de 1950, cuando el Rebe asumió el liderazgo del movimiento Jabad-Lubavitch, se convirtió en un flujo constante de buscadores en las décadas de 1960 y 1970. El movimiento fue mundial, en América del Norte y del Sur, la U.R.S.S., Francia, el Reino Unido, Sudáfrica, Australia y, por supuesto, Israel.
El Rebe animó a sus alumnos a “salir y despertar a los judíos”, enviándolos activamente a todas partes del mundo, proporcionando orientación y dirección. La clave, dijo, era una combinación de amor sincero y acción real, simplemente lograr que los judíos lo intentaran.
En 1962, esto inspiró al rabino Israel Jacobson, un destacado activista de Jabad, a fundar Hadar Hatorah, una yeshivá que se ocupaba específicamente de las necesidades de los jóvenes que no habían crecido en un entorno religioso. Una década más tarde, esto fue seguido por Majón Janá, una escuela para mujeres con antecedentes similares.
Durante el siguiente medio siglo, estas instituciones dieron lugar a docenas de escuelas similares en Israel, los EE. UU. y en muchos otros lugares, especialmente el Instituto Mayanot de Estudios Judíos con sede en Jerusalén para hombres y mujeres y Tiferet Bajurim para hombres en Morristown, Nueva Jersey.
Finalmente, otras organizaciones judías, viendo el éxito del Rebe y sus estudiantes, también entraron en el campo de llegar a los judíos. El objetivo es el mismo: proporcionar a los judíos una muestra de su herencia y alentarlos a aumentar su compromiso, incluso de una manera pequeña.
¿Por qué alguien se convierte en baal teshuvá?
Los judíos han estado haciendo lo que hacen durante mucho tiempo. Para muchos judíos, simplemente se siente natural regresar a una forma de vida que por derecho les pertenece.
Sus padres o abuelos pueden haber tenido sus razones para dejar que todo esto se desvaneciera. Quizás se debió a los desafíos que enfrenta cada inmigrante a una nueva tierra y un nuevo mundo. Quizás fue su respuesta al Holocausto. Quizás simplemente no recibieron una educación adecuada en la práctica y el razonamiento judíos.
Pero llega una nueva generación que dice: “Esto es hermoso. Esto es sabio. Y esto me pertenece. ¿No debería estar haciendo esto?”
Muchos baalei teshuvá se sienten particularmente atraídos por el lado espiritual interno del judaísmo, como se expresa en la Cabalá y las enseñanzas jasídicas. Encuentran que estas enseñanzas aportan un rico significado a la práctica judía, algo de lo que sus padres o abuelos pueden no haber sido conscientes.
Sin embargo, es probable que la mayoría de los baalei teshuvá se sientan atraídos inicialmente por su experiencia de un auténtico Shabat con una familia judía tradicional, experimentando por primera vez una isla encantadora y pacífica en el tiempo.
Cualquiera sea la razón, se necesita tenacidad y compromiso para convertirse en un baal teshuvá, una cualidad digna de admiración se esté de acuerdo con su elección o no.
El baal teshuvá y sus padres
Honrar a los padres es uno de los Diez Mandamientos.14 Obviamente, no tiene sentido que convertirse en baal teshuvá deba disminuir el respeto o la conexión de una persona con sus padres. Por el contrario, su teshuvá debería manifestarse con mucho mayor respeto.
Naturalmente, surgen conflictos, pero con un poco de paciencia, comprensión mutua y tal vez un poco de ayuda a través de un tercero, la mayoría de esos obstáculos en el camino finalmente se resuelven.
El Rebe amonestó a varios baalei teshuvá de intentar convencer a sus padres de que siguieran sus pasos, ya que esto es una falta de respeto. “Deja que otra persona, de la edad y la estatura de tus padres, hable con tus padres”, escribió el Rebe.
La ventaja del baal teshuvá
Intuitivamente, puede parecer que una persona que se ha extraviado y luego ha regresado está contaminada. ¿Cómo podría alcanzar el estatus de un alma pura e inocente que nunca ha pecado? Pero la tradición judía enseña lo contrario. “El baal teshuvá”, enseñaron los sabios, “se encuentra en un lugar donde los perfectamente justos nunca podrían estar”.15
¿Qué es lo que coloca al baal teshuvá tan alto? Se dan varias explicaciones. Entre ellas:
1. El baal teshuvá ha probado lo prohibido y ahora se abstiene de esos placeres.16
2. El baal teshuvá, habiendo experimentado la distancia, ahora es impulsado hacia lo Divino con una fuerza que los perfectamente justos nunca podrían alcanzar.17
3. El baal teshuvá es impulsado por su propia decisión, más que por el hábito y la educación. Por sus propios medios, ha tenido una experiencia transformadora.18 La vida de la mayoría de las personas se construye desde afuera hacia adentro, desde la educación, la escuela, la comunidad y los hábitos adquiridos en la infancia. El baal teshuvá construye su propia vida desde adentro hacia afuera y escribe su propio guion. Su experiencia de la vida es mucho más profunda y su compromiso con la Torá mucho más real.19
Aparte de lo anterior, el baal teshuvá trae consigo una perspectiva del mundo y una apreciación de la sabiduría y la práctica judías que está más allá del alcance de quien nunca salió del redil. Todo lo que ha aprendido y experimentado está destinado a ser aprovechado.
Sin embargo, cada baal teshuvá necesita tomar la mano de un tzadik, un alma pura e inmaculada, que lo guiará. De hecho, el mismo pasaje del Talmud que declara la ventaja del baal teshuvá sobre el tzadik también cita la opinión de que el tzadik es mucho mayor que el baal teshuvá. Cada uno tiene lo que le falta al otro. Juntos, son una perfecta armonía y unión.
Baalei teshuvá clásicos de la historia
El primer baal teshuvá fue Caín, quien se arrepintió, en parte, después de asesinar a su hermano.20
Rubén, hijo de Jacob, es considerado el primero en arrepentirse por completo,21 lo que hizo después de meterse en los asuntos matrimoniales de su padre.22
El hermano menor de Rubén, Judá, fue el primero en arrepentirse y declarar públicamente que estaba equivocado.23
El rey David se convirtió en el paradigmático baal teshuvá cuando se arrepintió de su aventura con Batsheva.24
Todo el pueblo judío se convirtió en baalei teshuvá después del pecado del becerro de oro.25
Rabí Akiva, el mayor sabio de la Mishná, se convirtió en baal teshuvá a la edad de cuarenta años, cuando abandonó su rencor por los eruditos de la Torá y se dio cuenta de que él también debía estudiar Torá.
Un gran baal teshuvá de la era talmúdica fue Rabí Shimon ben Lakish, quien había liderado una banda de ladrones de caminos antes de convertirse en uno de los más grandes eruditos de su tiempo.
Algunos de los principales eruditos de la Torá son baalei teshuvá. Dos ejemplos dignos de mención: el rabino Adin Steinsaltz, quien fue el primero en traducir todo el Talmud al hebreo y al inglés modernos, y el rabino Jonathan Sacks, quien se desempeñó como rabino principal del Reino Unido.
Otros baalei teshuvá notables del siglo XX incluyen al tercer presidente de Israel, Zalman Shazar, los autores Franz Rosenzweig y S. Y. Agnon, el director y comediante israelí Uri Zohar, los músicos populares Peter Himmelman y Alex Clare, y los guionistas ganadores de premios Emmy David Sacks y David Weiss.
El baal teshuvá y el estudio de la Torá
Debería ser obvio que un judío no puede ser un verdadero baal teshuvá sin un estudio adecuado de lo que debe hacer un judío y por qué. Se han publicado muchos libros en varios idiomas que enseñan los conceptos básicos de la práctica judía. Nuestro propio sitio también proporciona muchos de esos conceptos básicos.
Pero el conocimiento de los libros no es suficiente. Todo judío, y especialmente el baal teshuvá, necesita un mentor que lo guíe, así como un rabino experto que esté acostumbrado a responder a los baalei teshuvá en diferentes puntos de su viaje sus preguntas sobre la halajá (ley judía).
El estudio de la práctica judía tampoco es suficiente. Sin una inspiración constante, el fuego de la teshuvá puede apagarse fácilmente en el rigor de la práctica. Leer historias de tzadikim es una forma de mantener el fuego encendido. Un estudio profundo del significado interno de las mitzvot es otra forma, especialmente porque están iluminadas por el pensamiento jasídico, que es otro combustible vital.
Sin embargo, la acción precede al estudio. Una vez que empiece a sentirse cómodo con su nivel de práctica, es hora de avanzar y emprender algo nuevo. Una vez que haya probado la experiencia de esta nueva mitzvá o costumbre, puede aprender su significado más profundo.
El aprendizaje de la Torá nunca termina, y esto se aplica especialmente al baal teshuvá. Cualquier judío que deje de aprender Torá de forma regular tendrá dificultades para mantener inspirada su observancia. Pero un baal teshuvá que ha dejado de aprender de manera regular e intensiva es muy probable que recaiga en ese pasado que con tanto esfuerzo ha dejado atrás.
El baal teshuvá y la comunidad
No existe tal cosa como un judío solitario. Ser judío significa ser parte de un pueblo. Un baal teshuvá debe esforzarse por integrarse en una comunidad judía fuerte mientras conserva su identidad formada por su experiencia particular. Esto es especialmente cierto si espera formar una familia.
La mejor entrada a una comunidad judía es pasar al menos unos meses en un entorno de yeshivá. El estudio regular, así como la camaradería con judíos que se criaron dentro de una comunidad judía observante, también ayudan. La segregación de las comunidades ―entre los que se criaron como observantes y los que no― solo puede funcionar en detrimento de todos. Ambos grupos tienen mucho que ganar el uno del otro.
Sin embargo, el baal teshuvá siempre debe recordar que está jugando un juego diferente al de alguien que siempre estuvo en el camino correcto.
Por un lado, si un baal teshuvá comienza a fallar, el riesgo es mucho mayor que para alguien que puede recurrir a su educación infantil.
Por otro lado, un baal teshuvá que está satisfecho con correr tan rápido como el resto de la manada está desperdiciando una inversión Divina de alto riesgo. Dios invirtió un alma judía preciosa en un mundo distante de Él, un desierto reseco de Su Torá, para que esta alma regresara con mayor energía y entusiasmo. Usa ese hipercombustible extra que llevas contigo. No defraudes a tu Divino accionista.
Recordar el pasado
Está prohibido reprender a un baal teshuvá con palabras como “¿Antes comías cerdo, y ahora crees que eres tan religioso?”
El mismo baal teshuvá también debe tener cuidado de recordar su pasado. El remordimiento por el pasado puede transformar profundamente a una persona, sacudiéndola hasta la médula. Pero solo debe durar un momento fugaz. Tenemos muy poco tiempo en este planeta, y tenemos que gastarlo haciendo cosas buenas, no revolcándonos en el barro. Estar absorto en los lamentos del pasado solo sirve para hundirte más en ese lodo.
Las obras clásicas sobre teshuvá describen una etapa inicial de remordimiento y penitencia, solo después seguida de un impulso para elevarse más y más cerca. Estas etapas se denominan teshuvá inferior y teshuvá superior.26 El Rebe, sin embargo, enfatizó repetidamente que este no es un camino para nuestra generación.27
El Rebe proporcionó varias razones para esto. Una es que ya hemos sido limpiados por el sufrimiento de las generaciones anteriores. Otra es que la oscuridad de hoy es demasiado fuerte para lidiar con ella antes de cargar el combustible para elevarse por encima de ella. En tercer lugar, la teshuvá de hoy es de un tipo completamente diferente al de las generaciones anteriores, como explicaré en la siguiente sección.
A medida que pasan los años y el baal teshuvá madura, se vuelve más capaz de lidiar con sus recuerdos del pasado, replanteándolos en el contexto de su presente. En cada etapa, se abre otro grado de remordimiento y amargura, solo para cerrarse de inmediato, con la fe completa de que Di-s te ha perdonado por completo y te ha abrazado amorosamente por regresar a Él con todas tus buenas obras.
La teshuvá final
El movimiento masivo de baalei teshuvá hoy fue previsto hace miles de años por el maestro de todos los profetas, el mismo Moisés. Es el presagio de la reunión final de los exiliados y el cumplimiento de todo el propósito de la creación.
Como escribe Maimónides:28
La Torá nos ha asegurado que al final, al final del período de exilio, Israel volverá en teshuvá e inmediatamente será redimido, como se dice:
“Y sucederá que cuando todas estas cosas vengan sobre ustedes, las bendiciones y la maldición que he puesto delante de ustedes, reconsiderarán ustedes mismos mientras estén entre todas las naciones, dondequiera que Dios su Dios los ha echado, y volverán a Di-s su Di-s, y escucharán Su voz de acuerdo con todo lo que les he mandado hoy, ustedes y sus hijos, con todo su corazón y con toda tu alma; que entonces Di-s su Di-s convertirá su cautiverio, y tendrá compasión de ustedes, y volverá y los reunirá de todas las naciones donde Di-s su Di-s los ha esparcido”.29
Este es un tipo de teshuvá diferente al de cualquier generación anterior. Por un lado, viene de nosotros: “Israel volverá en teshuvá”. Por otro lado, ocurre solo porque “la Torá nos lo ha asegurado”.
Es una teshuvá poderosa, precisamente porque no se basa en el carácter del individuo o en su situación personal, sino simplemente en la promesa de la Torá. Es un poderoso viento de teshuvá que es capaz de alcanzar a aquellos que aparentemente parecen completamente perdidos para el pueblo judío, atrayéndolos desde lo más íntimo, sin ninguna razón que puedan explicar, para que regresen.30
Hoy tenemos el poder de saltar más allá de todo lo que nos restringe, incluidas todas las limitaciones del mundo que nos rodea, para redimirnos a nosotros mismos y al mundo entero. Hoy, ningún judío se quedará atrás.31
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