El Rabino Menajem Mendel de Lubavitch, el Tzemaj Tzedek, relató en la víspera de Rosh Hashaná: En una ocasión me encontré con algunos soldados judíos, quienes me dijeron que tenían la costumbre de decir salmos mientras pulían los botones de sus uniformes para la inspección.
Los botones son pulidos con arena y agua. Arena es las letras de los salmos. Agua representa las lágrimas limpiadoras. Cada uno debe purificarse diciendo salmos con lágrimas desde lo hondo del corazón, y simultáneamente con la alegría del alma.
(Sefer Hasijot 5705, p. 3)
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