Estimados Lectores:

Esta noche comenzamos Shavuot, ¿o culminamos la cuenta del Omer?

Por un lado, culminamos este proceso de crecimiento personal que nace en Pesaj, avanza durante la cuenta del Omer y culmina en Shavuot, durante el cual logramos transformar el Jametz (el ego) de ser rechazado a algo positivo e incluso necesario en su medida correcta.

Lo mismo vemos en el monte Sinai, que fue elegido por ser bajo y humilde, pero de todos modos la Torá se debía dar en un “monte” y no sobre una llanura o un valle, ya que una medida justa de orgullo y autoestima, es necesaria.

Este orgullo sano es clave cuando hablamos de ser judíos, lamentablemente vivimos entre muchas naciones y la tentación de bajar la cabeza, de no llamar la atención es muy grande. Podemos pensar ¿Qué tiene de especial ser judíos? Es el orgullo de ser un eslabón en una cadena milenaria que llega hasta el momento de máxima revelación divina sobre la tierra, cuando Di-s dijo “Yo Soy Tu Dios”.

Caminar por las calles con Kipa, defender a Israel de los falsos ataques mediáticos en la universidad o el trabajo, elegir educación judía de calidad para nuestros hijos y vivir el judaísmo en forma plena, son algunos ejemplos de este sano orgullo de ser judío.

En Shavuot reforzamos el pacto con Di-s de usar la Torá para convertir este mundo físico en un lugar lleno de luz y divinidad.

Que pronto seamos meritorios de la máxima revelación divina con la próxima llegada del Mashiaj.

¡Shabat Shalom y Jag Sameaj!

Rabino Eli Levy