Rabí Iaacov ben Asher nació hace unos 700 años en Alemania.
Su padre fue el célebre Rosh, Rabí Asher ben Iejíel (1250- 1327), discípulo de Rabí Meir (Maharám) de Rotenburg, uno de los máximos poskím -Legisladores- de su generación.
Rabí Iaacov se negó a aceptar cargo rabínico alguno y vivió en la carencia a pesar de la fama que había logrado.

La gran celebridad de Rabí Iaacov se debe principalmente a su obra, el Tur o Arbá Turim. En ella recolectó todas las leyes de ambos Talmud -el Babilonio y el Jerosolimitano -, los dictámenes halájicos de comentaristas y genios talmúdicos que le precedieron, y en particular los de su padre, el Rosh.

El Tur de Rabí Iaacov se difundió y fue aceptado de inmediato por todo el mundo judío. La judería vio esta obra como un libro legal práctico, en el que todas las leyes y legislaciones que hacen a la vida judía fueron compiladas y ordenadas de forma maravillosa, con claridad y precisión. Tal fue el aprecio y reconocimiento obtenido, que su autor era conocido con el nombre de su obra: Baal HaTurím.

El Tur fue impreso por primera vez en Piove Di Sacco, en 1475. El comentario a la Torá, Baal Ha Turím, fue impreso por primera vez en Constantinopla en 1514.

Rabí Iaacov falleció en Toledo. Sobre su lápida no se ha escrito el año de su desaparición, sino tan sólo el día y el mes: 12 de Tamuz. Se supone que falleció en el año 1340, aproximadamente a los 71 años.