Estimados lectores:

Este martes próximo conmemoramos 30 años de la desaparición física del Rebe, de bendita memoria. De todos modos, su legado, su mensaje y las campañas que el promovió están cada vez más vigentes.

Pero uno se puede preguntar: ¿Para qué necesitamos un Rebe?

En nuestra parashá, Koraj hace esa pregunta a Moshe:

Todas las personas de la comunidad son santas, y Dios está con ellas. ¿Por qué se ponen ustedes por encima de la congregación de Dios?”

Un Rebe nutre la fe del pueblo judío así como Moshe tenía el rol de fomentar la fe del pueblo. Todos somos parte de la congregación de Hashem, todos somos santos, pero a veces lo olvidamos, a veces nuestra conexión espiritual se opaca y ahí es donde el tzadik y el líder espiritual de cada generación se ocupa de despertarnos.

Cuando el Rebe asumió su liderazgo el pueblo judío venía cabizbajo y golpeado por el Holocausto, y él logró restituir el orgullo en el judaísmo, reactivando la practica judía incluso en el espacio público como los encendidos de Janucá y los tefilin.

En la actualidad casi no hay un judío en el mundo que su vida no haya sido afectada de alguna forma por la acción del Rebe, ya sea participando de una actividad de Jabad, o leyendo estas líneas.

En este día de Guimel Tamuz invitamos a nuestros lectores a tomar una decisión de cambio, un compromiso renovado con su práctica judía, ya sea empezando a seguir el estudio diario, o colocando los tefilin (los hombres), o cualquier mitzvá que aún no hayamos incorporado en nuestras vidas.

Pdta: Si quieres escribir un pedido y tu compromiso a la tumba del Rebe, puedes hacerlo en: [email protected]

¡Shabat Shalom!

Rabino Eli Levy