Un pueblo atormentado yace en silencio
Perdido entre las sombras y el dolor
Por fuera es libre, pero por dentro
Es presa de un miedo devastador
La luz fue engendrada en el vacío
A pesar de su defectuosa posición
Por amor eterno, amor genuino
Los rescató el Divino Creador
Miran alrededor, desconcertados
Hay plantas y animales por doquier
Una montaña y un paisaje pintoresco
Pero ellos están ausentes… en silencio
Ayer, confinados a la oscuridad
Hoy a los pies de la montaña
Aguardando por el Ser Eterno, que de la nada
Los libró de las garras del infierno
Su mente ha sido desplazada
Su corazón atropellado por el brillo
La luz ha enceguecido su mirada
Su boca sellada por el suspiro
La presencia prístina del Ser Supremo
Conquista sus corazones invisibles
Sus mentes ahuyentadas por el trueno
El fuego emerge de sus almas
Al unísono exclaman ferozmente
¡Haremos! lo que sea, lo haremos por Ti
Las palabras explotan sus mentes
El sentimiento desborda sus corazones
El pueblo es cual mujer enamorada
Cautivada por la mirada del infinito
Que lo penetra hasta las rendijas del alma
Y lo motiva a arrojarse al vacío
Más no es esa la intención o el deseo
Para el descenso del Ser inmortal
Desplazar a quien yace cautivo
Y ahuyentar a la oscuridad
El Eterno es todo, y lo abarca todo
De nada sirve una conexión invisible
Que desborda al corazón ausente
Y penetra a la mente muda
El Eterno es todo, y lo abarca todo
La misión, la clave, la finalidad
Es transformar el lodo, la realidad cruda
En un vehículo de Santidad
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