Talmud relata que Rabí Iojanán ben Zacai lloró en su lecho de muerte.
Sus discípulos le preguntaron cuál era el motivo de las lágrimas, y respondió: —No sé adónde me llevarán.
Aparentemente, hasta ese momento, el asunto no le había cruzado la mente.
Algunos están constantemente afligidos pensando qué será de ellos al final. Rabí Iojanán estaba siempre muy ocupado pensando qué debía hacer aquí y ahora. Hasta el último instante...
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