Vida y enseñanzas de R. Menajem Mendel Shcneerson, el más influyente rabino de la historia moderna
“Rebe, es algo extremadamente singular: un libro perfecto sobre un hombre perfecto. Trae a la vida al gran hombre y le ofrece al lector una poderosa motivación para examinar su propia vida... El Rebe tocó la vida de millones; a través del libro de Telushkin tocará la vida de muchos más”.
—New York Journal of Books
Mi Rebe era el geólogo del alma. Verás, hay muchos tesoros en la tierra. Hay oro, plata y diamantes. Pero si no sabes dónde cavar, sólo hallarás tierra y rocas y barro.
El Rebe dijo que el mayor desafío para la ortodoxia en este siglo es el lugar de la mujer ortodoxa
El Rebe, cuya mente estaba constantemente enfocada en apresurar la venida del Mesías, sugirió que una señal de los Días Mesiánicos (Iemot haMoshíaj) es que las mujeres, como los hombres, estudiarían los textos sagrados del judaísmo.
Los dos muchachos jugaban a la pelota en la calle, y el Rebe, caminando a casa desde la sinagoga, a menudo se paraba a charlar con ellos: “Lo abrazábamos porque él nos abrazaba”
“¡No me digas que fuiste a Estados Unidos y le preguntaste al Rebe de Lubavitch!”
Unas semanas más tarde, Ben-Hanan viajó a Estados Unidos y fue a 770. Era un domingo y el Rebe estaba distribuyendo dólares (para caridad). Como legendario héroe de guerra —la fotografía de Ben-Hanan alguna vez había ilustrado la portada de la revista Life— fue acompañado a la cabeza de la fila.
El médico le preguntó: “¿Está con nosotros?” Y se tranquilizó cuando ella respondió: “Sí”. Unos minutos más tarde, nuevamente pareció estar muy débil, y nuevamente el médico le preguntó: “¿Está con nosotros?” Esta vez ya no hubo respuesta
En cuestión de minutos supo con certeza que estaba en la casa del Rebe, aunque sólo fuese porque era la única casa de Jabad en la que había estado y no tenía una prominente foto del Rebe en exhibición.
El Rebe inspira a los Jasidim con un discurso de John F. Kennedy
“No será fácil. Ninguno de los hombres y mujeres recibirá salario alguno. Vivirán en el mismo nivel que los ciudadanos del país al que sean enviados, harán el mismo trabajo, comerán los mismos alimentos, hablarán el mismo idioma”.
"Si crees que es tan importante para mí ponerme Tefilín en mi panadería a las seis y media de la mañana"
Rader aceptó la oferta del panadero, y esa mañana temprano, de pie entre sacos de harina, el hombre se puso los Tefilín de Rader. Inmediatamente se hizo evidente que el panadero se había puesto los Tefilín consistentemente en algún momento de su vida; sabía
El Rebe le sonrió al periodista y le dijo: “Leo tu columna todas las semanas”
El periodista, muy consciente del contenido de los artículos que el Rebe había leído, se sorprendió y preguntó: “¿Está de acuerdo el Rebe con lo que escribo?”. “No hay que estar de acuerdo con todo lo que uno lee”, respondió el Rebe. “Debes seguir escribiendo y, es de esperar que, a medida que vayas escribiendo te acercará más al emet [verdad], y evolucionarás para ser un mejor escritor”.
“Si uno no puede esperar tal auto-sacrificio de un graduado de nuestra Yeshivá, o de alguien que es un hijo también de tal graduado y que está casado con la hija de tal graduado, si incluso de tal gente no se puede pedir una medida de auto-sacrificio, ¿entonces en quién se puede confiar?”
El Rebe no pareció satisfecho con la respuesta. “¿Pero haces algo que realmente sea agradable para él?”
“¿Pero cuáles son las cosas que le agradan?”, Presionó el Rebe. Weiss explicó que cuando su padre estaba sano, lo que realmente le gustaba era ir a una sala de billar, jugar a las cartas con sus amigos y hablar sobre las carreras de caballos. Weiss estaba un poco avergonzado.
El Rebe ignoró su respuesta: “Basta de trabajar con los muertos, ahora necesitas trabajar con los vivos”.
Una vez más Tokayer dijo no, y el Rebe intentó otra táctica: “Cuando envío a alguien como mi emisario es un boleto de ida, no regresa. Pero tú, no tienes que quedarte allí para siempre”.
El Rebe mantuvo un sentimiento de gratitud de toda la vida hacia Rabi Shneur Zalman Vilenkin, su maestro desde la edad de siete años y medio hasta los once años
Entonces apareció un perro grande. Esto, sin embargo, no fue meramente una coincidencia; la Rebetzn le dijo a Hadassah que era un perro callejero que había aparecido en el vecindario varias semanas antes y solía ladrar fuerte y constantemente
Uno expresó consternación por la representación de niñas y niños bailando en la misma página.
Cuando el equipo de la organización examinó
el prototipo de la portada, uno expresó consternación por la representación de
niñas y niños bailando en la misma página, lo que le pareció inapropiado,
incluso inmodesto
El silencio se apoderó de la sala mientras todos los ojos se volvieron hacia Ramash.
De repente, un Jasid de ochenta años de Manchester, Inglaterra, Rabi Avraham Sender Nemtzov, saltó y se dirigió públicamente a Ramash: “La gente pide que el Rebe pronuncie un ma’amar. Las Sijot son buenas, pero la gente pide un Ma’amar... El Rebe debería exponer Jasidus”.