En 1986, el Teniente General Iosi Ben-Hanan, galardonado con la Medalla al Valor de Israel por su coraje durante la Guerra de Yom Kipur, fue invitado por el Jefe del Estado Mayor de las Fuerzas de Defensa de Israel, General Moshé Levi, a servir como comandante del Cuerpo de Blindados.

Ben-Hanan, que ya había servido en Tzahal durante más de dos décadas, dudaba en aceptar el puesto. Se había preparado para dejar el Ejército, su esposa estaba esperando un hijo, y sabía que este nuevo trabajo sería agotador. Le dijo a Levi que necesitaría tiempo para considerar la oferta; él necesitaba “consultar con otros”, así se expresó. Unas semanas más tarde, Ben-Hanan viajó a Estados Unidos y fue a 770. Era un domingo y el Rebe estaba distribuyendo dólares (para caridad). Como legendario héroe de guerra —la fotografía de Ben-Hanan alguna vez había ilustrado la portada de la revista Life— fue acompañado a la cabeza de la fila. Después de plantearle al Rebe su dilema, el Rebe alentó a Ben-Hanan a continuar en las fuerzas armadas y a utilizar sus fuerzas “para proteger y preservar la santidad de la Tierra (de Israel), del Pueblo y de la Torá”. La reunión finalizó con el Rebe ofreciendo a Ben-Hanan su bendición para el éxito en su nueva tarea, no ganando batallas sino “evitando la necesidad de la batalla”.

Ben-Hanan regresó a Israel donde muy complacido le dijo a Moshé Levi que aceptaba el nuevo cargo. Levi, sin embargo, tenía curiosidad por saber con quién había consultado. Ben-Hanan no respondió directamente a Levi, y si bien Ben-Hanan, por propia autodefinición, era en gran parte un judío no observante, el Jefe del Estado Mayor continuó indagando y finalmente dedujo quién era el consejero secreto de Ben-Hanan: “¡No me digas que fuiste a Estados Unidos y le preguntaste al Rebe de Lubavitch!”, exclamó. Levi era consciente de que a lo largo de los años otros generales del Ejército de Israel (incluido Ariel Sharon) habían hecho exactamente eso. Ben-Hanan reconoció que así tal cual fue y que fue el Rebe quién lo alentó a aceptar el cargo. “¿¡Qué!?” dijo Levi sorprendido. “¡Fuiste al Rebe de Lubavitch a preguntarle qué responderme! ¡Yo soy el Jefe del Estado Mayor! ¡Te pregunto algo, me respondes que lo pensarás [y luego vas] a buscar consejo [de] un Rabino que nunca ha estado en Israel y fue él quién te dio el consejo!” Ben-Hanan no se dejó intimidar por el tono molesto de Levi. “¿Hasta cuándo ejercerás tú como Jefe del Estado Mayor?”, le preguntó a su Comandante. “Siete meses más”, respondió Levi. “¿Y hasta cuándo ejercerá el Rebe?”, replicó Ben-Hanan retóricamente.

Y en efecto, Ben-Hanan aceptó el cargo y se convirtió en el Comandante del Cuerpo de Blindados con más años de servicio en la historia de Israel