[Lo siguiente es] para comprender la afirmación de Prí Etz Jaím, que en el presente el refinado [de las chispas de Tóhu] se logra específicamente por medio de la plegaria, pese a que el estudio de la Torá es superior a la plegaria.
La explicación es que a través de [el estudio de] Torá y [el cumplimiento de] mitzvot se atrae luz [Divina] adicional dentro de Atzilut... Esto significa que por medio del estudio de la Torá [se atrae] la [infinita] luz Ein Sof dentro del aspecto interior de los recipientes de [las sefirot de] Atzilut, es decir, se atrae el Intelecto Divino. Y a través de la observancia de mitzvot, [la luz es atraída] dentro del aspecto exterior de los recipientes, que son los niveles de Nétzaj, Hod y Iesod de las Diez Sefirot de Zá [—los seis atributos emocionales—] de Atzilut. Sólo que [posteriormente] se invisten [con disminuida intensidad] en Beriá, Ietzirá y Asiá, en la Torá y mitzvot físicas en Este Mundo.
[Lo dicho hasta acá es en cuanto al estudio de la Torá y el cumplimiento de mitzvot]. La plegaria, sin embargo, atrae la [infinita] luz Ein Sof dentro de Beriá, Ietzirá y Asiá directamente, y no por medio de la mera investidura. Es la luz tal cual que modifica el estado de los seres creados, de modo que [por ejemplo,] los enfermos se curen [a través de la petición "Cúranos..." en la Shemoné Esré,] y caiga la lluvia del cielo a la tierra de modo que se torne fértil y produzca vegetación, [en respuesta a la plegaria de la "Bendición de los Años"].
No es así con Torá y mitzvot: No se produce modificación alguna en el pergamino [sobre el que se escriben los párrafos bíblicos] de los tefilín en razón de su colocación sobre la cabeza y el brazo. E incluso en el caso de aquellas mitzvot en las que la [mera] confección [del objeto] es su cumplimiento, el cambio [en el objeto] es producido por el hombre, y no a manos del Cielo, como sí sucede con la plegaria —pues ésta atrae el poder vitalizador del [infinito] Ein Sof, bendito sea, quien El solo es todopoderoso—. Por lo tanto, no es posible atraer la [infinita] luz Ein Sof al mundo inferior sin la [previa] "elevación de máin nukvín" precisamente desde abajo, lo que no sucede con el estudio de la Torá, [que tiene su efecto principalmente] en Atzilut, donde [la Torá] está unida al Emanador de todos modos.
La [plegaria que produce la] "elevación de máin nukvín" en la mente y corazón del hombre es un estado de ilimitadas llamas de fuego [que lo vincula con la luz infinita, el Ein Sof] —y es llamado meodéja ("con todas tus fuerzas")— [con la capacidad] para estimular el estado [Divino] de infinitud. Esto se produce a través de las Guevurot ("los atributos de severidad") de [el Nombre Divino] Sa"g, que constituye las 288 chispas....
Por eso la plegaria es llamada "vida del momento"; pues es maljut descendiendo a Beriá, Ietzirá y Asiá; la Torá, [en cambio, es llamada:] "vida eterna", lo que [en las sefirot] es Zá, pues los 248 preceptos se dividen en los 10 recipientes de las Diez Sefirot de Zá....
Ahora bien, en un lugar está escrito que los 248 mandamientos positivos están [arraigados] en los Cinco Jasadím [los Atributos de Bondad de Zá de Atzilut] y las 365 prohibiciones en las Cinco Guevurot [Severidades, de Zá de Atzilut] y en otra parte está escrito que [las 613 mitzvot] son 613 senderos que derivan de una senda... que es el Lavnunit..., [la "blancura" benevolente de Kéter Supremo].
La explicación es que todas las mitzvot [fueron diseñadas] para rectificar los 248 órganos de Zá [=los atributos emocionales] al atraerse la [infinita] luz Ein Sof dentro del Intelecto [Divino] conforme éste se integra en los Cinco Atributos de Bondad y los Cinco Atributos de Severidad. Y la fuente del Intelecto [Divino] es el Lavnunit [de Kéter], que es el supremo deleite y deseo de hacer descender luz a los 248 órganos de Zá, [pues, respecto de Kéter, Zá se considera "abajo"]. La luz atraída se divide en 613 flujos individuales conforme los respectivos niveles de las mitzvot. Por ejemplo: con actos de caridad y benevolencia, se atrae la [infinita] luz Ein Sof dentro del aspecto exterior del recipiente del Atributo de Bondad de Zá, en tanto que al observar [las mitzvot del plano de] las severidades, [se atrae la luz infinita] dentro del aspecto exterior de Severidad [de Zá], con misericordia...
El camino y paso de la luz emanada es a través del aspecto interior de los recipientes y sus Intelectos —el temor y amor generados intelectualmente o innatos— que [en las sefirot] son el [Divino] Intelecto "menor" o "mayor".
Por eso fue tan fervorosa la súplica de Moshé de cumplir las mitzvot activas que dependen de la [residencia en] Tierra [Santa]. Pues éstas son el máximo propósito del Hishtalshelut: atraer la [infinita] luz Ein Sof a fin de refinar los recipientes de Zá de Beriá, Ietzirá y Asiá, donde se encuentran las 288 chispas, [logrado] exclusivamente por medio del estudio de la Torá, y las mitzvot que exigen acción, en Beriá, Ietzirá y Asiá.
Ahora bien, para cumplir una mitzvá que no puede ser delegada en otro, la persona debe relegar el [propio] estudio de la Torá, incluso [el de un tema tan excelso como] maasé merkavá, y con más razón [debe relegar] la plegaria —que es el estado de intelecto, y de temor y amor generados intelectualmente—. La razón es como se dijera.
Además, de hecho, la virtud de las mitzvot prácticas, así como su estudio, trascienden verdaderamente por mucho la virtud del intelecto, es decir, el temor y amor generados intelectualmente. Pese a que está escrito "y para unirse a El" —o sea, por medio de Sus atributos (midot)—, con todo, [la persona] no se une a la esencia (mahut) de los atributos Supremos sino sólo a su [externa] existencia (metziut), como está escrito: "Yo, [comparado con mi fuente,] soy polvo y ceniza".
Esto es tanto más cierto todavía respecto de la [infinita] luz Ein Sof, pues ningún pensamiento puede aprehenderlo en Su irradiación o en la propalación de la fuerza vital que emana de El; sólo [puede captar] Su existencia, que El da vida a todo, mas no Su esencia. Esto se aplica incluso a las criaturas supremas, como está escrito [que los ángeles dicen, como alabanza]: "Santo, santo, santo es Di-s de las Huestes". Sólo los "efectos" emanados pueden concebir su "causa" —conforme el orden expuesto en Etz Jaím respecto de la investidura de los semblantes (partzufím)— pero no los seres creados, siquiera las almas de Atzilut, como está escrito respecto de Moshé: "Verás Mi parte posterior [pero no Mi Semblante]".
Pero en cuanto a la ejecución de mitzvot, éstas [conectan al judío con la esencia porque] son la obra de Di-s. [Porque] en el proceso de la cadena de descenso (hishtalshelut) desde los recipientes de Atzilut a Beriá, Ietzirá y Asiá, de la mismísima naturaleza y esencia de su externalidad —como, por ejemplo, [dentro de] el etrog y sus [otras tres] "especies" [acompañantes]— el Santo, bendito sea, invistió algo de la naturaleza y esencia misma de los atributos [interiores] de Bondad de Zá, es decir, de su nivel exterior, como, se sabe, [sucede] en todas las mitzvot que requieren acción.
El hombre, en cambio, aun si posee un alma de Atzilut, no obstante, dado que ésta está investida en un cuerpo, no puede detectar mediante su alma, y aprehender [con su intelecto], la naturaleza y esencia de los atributos interiores de Bondad de Zá de Atzilut (pues, en términos generales, Atzilut representa en los Cuatro Mundos Atzilut, Beriá, Ietzirá y Asiá el estado de Jaiá, y [Jaiá] denota la trascendencia abarcadora y no se inviste dentro de recipiente alguno) sino sólo su existencia, por medio del temor y amor generados intelectualmente. Y lo que está escrito "Verás Mi parte posterior" [—y la mirada penetra hasta la esencia de una cuestión—], es sólo a modo de profecía (que implica despojarse de la fisicalidad, como se explica en Raaiá Mehemná, Parshat Mishpatím). La razón de ello: Ningún ser creado es capaz de captar lo que fuere de la esencia de la Divinidad, que es el Creador. Y sin captación, no hay genuina investidura, percepción o unión.
Sin embargo, el etrog —a modo de ejemplo—, su vitalidad es atraída y desciende de la esencia misma de la externalidad de los recipientes de nukvá de Zá de Atzilut, que es verdaderamente un estado de Divinidad —como se declara en Etz Jaím, que todos los frutos están [arraigados] en Atzilut—. Pues los treinta recipientes de Atzilut descendieron a Beriá, Ietzirá y Asiá [para volverse la Divinidad de aquellos Mundos] (y son las Diez Aserciones con las cuales se creó el mundo mediante la investidura en nukvá de Asiá, esencia en esencia). Pues los recipientes de Atzilut se volvieron el alma de Asiá, la que es realmente Divinidad pues en Atzilut "El y Sus recipientes son uno" — el Emanador [=la luz infinita] y la emanación [=los recipientes de Atzilut]. Y por medio de la investidura de la esencia del alma [de los recipientes de Atzilut] en la esencia de los recipientes de nukvá [o sea, maljut] de Asiá, cobró existencia el etrog. Resulta, entonces, que al sostener el etrog y menearlo como lo requiere la ley, realmente está sosteniendo la fuerza vital investida en él de nukvá de Atzilut, y [maljut] está unida [a su vez] con la [infinita] luz Ein Sof, el Emanador de Atzilut, bendito sea.
No es así en el caso de la intención de la persona [al cumplir la mitzvá de etrog]. Incluso quien está familiarizado con los significados místicos involucrados, no capta ni sostiene la esencia [de maljut de Atzilut, la fuente del etrog], sino sólo su mera existencia.
Sin embargo, al estudiar las leyes del etrog [a diferencia de cuando se tienen las intenciones espirituales de esta mitzvá,] capta y sostiene realmente el etrog y su mitzvá apropiadamente, con el habla y el pensamiento. Con más razón es así con quien estudia la dimensión esotérica [de la mitzvá de etrog conforme las enseñanzas de la Cabalá y el jasidismo].
[Esto,] sin embargo, sólo [se refiere] a [quien estudia] los misterios [cabalísticos] de la mitzvá [misma, y no a los de los niveles espirituales del Orden de Hishtalshelut], pues eso no es inferior al estudio de sus leyes —de hecho, todo lo contrario...—, pese a que no capta la esencia [de la intención espiritual de la mitzvá según se aplica a los semblantes de Atzilut].
En cambio, no [se aplica] al [estudio del] orden de Hishtalshelut: Incluso si [la persona] comprende el aspecto existencial [—la exterioridad de las sefirot y los niveles espirituales involucrados—], [este estudio] no es intrínsecamente superior al estudio de [las leyes de] las mitzvot, con el que se sostiene y capta su esencia y es considerado [en casos específicos] equivalente al cumplimiento concreto, como está escrito: "Esta es la ley [del holocausto y la ofrenda cerealera...]".
Sin embargo, [pese a su inferioridad respecto del estudio de las leyes de las mitzvot,] el conocimiento de la existencia del Hishtalshelut también es una mitzvá excelsa y enaltecida. Es más, prepondera sobre todas [las mitzvot y el estudio de las leyes de la Torá] —como está escrito: "Comprende este día [...que Di-s es el Señor]", y "Conoce al Señor de tu padre..."— pues conduce a [lograr] un "corazón completo", que es lo esencial [de todos los mandamientos]. Y "comprender la existencia" implica despojar [este tema] de cualquier fisicalidad...
Sin embargo, esta mitzvá es sólo una de las 613, y el hombre debe cumplir todas las 613, pues ellas descienden de la esencia del aspecto exterior de los recipientes de Atzilut. Por eso se deben estudiar profusamente todas las 613 mitzvot, y cumplirlas concretamente con el pensamiento, la palabra y la acción —que son [paralelos de] Beriá, Ietzirá y Asiá [respectivamente]—, para depurar cualquier cosa que requiera refinado (birur) allí [en esos Mundos].
Es más: Lo cierto es que las refinaciones en Beriá, Ietzirá y Asiá de las 288 [chispas de Tóhu] —por medio de la Torá y las mitzvot con el pensamiento, la palabra y la acción [al estudiarla y cumplirlas]— son superiores, en su fuente, al NéfeshRúajNeshamá del hombre [que ama y teme a Di-s]. Pues éstas [refinaciones] derivan del Nombre Divino Sa"g del aspecto interno de Adám Kadmón, en tanto que el NéfeshRúajNeshamá que ya ha sido enmendado por medio del Nombre Divino Ma"h — [Ma"h] emana de la "frente" [de Adám Kadmón], un mero reflejo [de él, pero no su esencia]. De ahí que esté escrito: "...antes de que rigiera un rey [sobre los Hijos de Israel]". Y ésta es la razón de que el hombre sea sustentado por alimentos [provenienes] de los reinos mineral, vegetal y animal, y los purifica con el Ma"h que hay en él, y vive por aquellos: porque aquellos derivan de Sa"g.
Otra [supremacía] más — como está escrito: "Mi Rostro (paním [vinculado a pnimiut, "Mi dimensión interior"]) no será visto". Esto significa que el aspecto interior de un grado verdaderamente más alto no puede descender [de manera revelada], sino sólo [puede hacerlo] el aspecto exterior y la parte posterior, que son sombras de la Sabiduría Suprema.
Otra [supremacía] más: Pues verbalizar cualquier frase de la Sabiduría Suprema no procrea, mientras que la gota que desciende del recipiente de la Sabiduría Suprema tiene el poder de procrear y dar origen a la existencia de algo [nuevo] a partir de la nada, y también lleva incorporado [en su interior] un flujo de la Sabiduría Suprema. La razón: Porque con la gota fluye la esencia y naturaleza de la Sabiduría Suprema. No sucede lo mismo con el pensamiento y el habla [del intelecto que se verbaliza o medita], ni siquiera con la concepción intelectual en cualquier campo de la sabiduría; esta sabiduría es un mero reflejo que se propala de la esencia del intelecto del alma, y este reflejo es [a su vez] una mera vestimenta para la esencia misma del intelecto, y el intelecto, a su vez, es apenas un reflejo y vestimenta para la esencia del alma. Dentro de la gota, en cambio, se propala también algo de la misma esencia y ser del alma investida en el cerebro, y por eso da a luz progenie similar, tal cual, al alma misma.
Esta es la diferencia entre el servicio Divino de los ángeles —que nacen de un beso espiritual [y por lo tanto su servicio es análogamente espiritual]— y el de las almas —que emanan de los "recipientes"—. Sin embargo, los recipientes de Atzilut se volvieron el alma de Beriá, Ietzirá y Asiá [y de esta alma emanan dos formas de flujo]. Por lo tanto, el amor y temor intelectuales son comparables a los ángeles que emanan del beso espiritual, [un aspecto meramente espiritual] del reflejo del aspecto exterior de JaBaD en Beriá, Ietzirá y Asiá. La razón [de que sea así] es que la dimensión más interior de JaBaD y la esencia y ser de la luz residente (or pnimí) no puede revelarse salvo a través del resplandor de los recipientes que descienden abajo, como [lo hace] la gota seminal del hombre [emanando] del cerebro, y como está escrito: "Mi Rostro [=Mi dimensión más interior] no será visto".
Además de todo lo antedicho, aun en el caso de un alma de Atzilut —aunque deriva de los recipientes de Atzilut—, e igualmente en el de NéfeshRúaj que deriva de los recipientes de IetziráAsiá, su amor [quizás deba decir: "temor y amor"] intelectuales [que son un modo de elevación,] estimulan también en los recipientes de IetziráAsiá un estado de elevación por el estímulo iniciado desde abajo. Sin embargo, éste es solamente un estado de partida, Di-s libre.
Pero el flujo desde lo alto hacia abajo sólo se logra por medio de las mitzvot prácticas, las que atraen luz dentro de los recipientes, y específicamente dentro del aspecto exterior de los recipientes, de modo que el aspecto exterior del nivel superior desciende y el aspecto interior del nivel inferior se eleva. Esta es la intención del antes mencionado Zohar de Parshat Pekudéi, que "hay un orden [de elevación y un orden de atracción]".
Ambos, elevación y atracción, son necesarios para el [servicio espiritual del hombre en aras del] propósito Divino, mediante la elevación de máin nukvín del Nombre Divino Sa"g lograda [por el refinado de las chispas] con la acción y el habla. Este es el máximo propósito de la progresión descendente (el Hishtalshelut) de los Mundos: Que la luz suprema se revele abajo — y no que el nivel inferior se eleve, pues ésta [elevación] no es más que momentánea, [hasta volver a descender posteriormente]. E incluso así, [cuando ésta es necesaria, no involucra el ascenso de la luz —pues sería un movimiento de partida— sino] específicamente una elevación de los recipientes hacia las luces supremas. Esta es la cualidad de Shabat y Iom Kipur, pero no la elevación y partida de las luces, Di-s libre, como está escrito en Prí Etz Jaím.
Néfesh, Rúaj y Neshamá del hombre, en comparación con su cuerpo físico en Este Mundo, son considerados como luces en comparación con recipientes. Así también lo son el temor y amor intelectuales respecto de las mitzvot de acción. Por eso ofreció Moshé [505] plegarias, equivalentes en número a [la palabra hebrea] Vaetjanán [pidiendo ser privilegiado con ingresar a la Tierra Santa]: Precisamente para que pudiera cumplir las mitzvot prácticas. Lo mismo es aplicable a la verbalización física de sus leyes.
Pero comprendamos cómo un etrog, que deriva de las 288 chispas que todavía no han sido purificadas, y así también el rollo de pergamino de los tefilín [sobre el que se escriben los párrafos de la Torá], pueden atraer luz dentro de los recipientes de Zu"n de Atzilut, que ya han sido purificados y rectificados a través del [purificador] Nombre Ma"h, de modo que están en un estado de Divinidad.
La analogía para esto es el proceso de siembra y plantado. La semilla [plantada] estimula el poder de crecimiento existente en el suelo, que es la palabra Divina: "Haga brotar la tierra... árboles frutales..." por medio de la elevación de máin nukvín a su fuente. De esta manera, el pergamino [de los tefilín] y el etrog [de las "Cuatro Especies"] estimulan hasta el más excelso de los niveles, que es el Nombre Sa"g que precede [y trasciende] a la rotura de los recipientes, y que es la esencia y ser de las luces de [el pensamiento primordial, llamado] Adám Kadmón, y no apenas un reflejo, como lo es el Nombre Ma"h que emana de la "frente" [de Adám Kadmón].
Análogamente, el estudio y cuidadoso examen de sus leyes estimula el nivel de jojmábinádáat de las Diez Sefirot de los recipientes de Zu"n, y así escalando hasta las máximas alturas, incluyendo jojmábinádáat de Sa"g de la dimensión más interior de Adám Kadmón que emana por vía de los "ojos" [de Adám Kadmón].
Todo lo precedente concierne a los mandamientos positivos, mas no, aparentemente, al estudio de los detalles de las leyes prohibitivas de los preceptos negativos, particularmente aquellas que no ocurren en la práctica en absoluto —por ejemplo las detalladas leyes de pigul y similares [que no tienen aplicación práctica en el presente]—.
Es que además hay otra característica común [al estudio de todas las leyes de los mandamientos positivos y negativos, incluyendo las que no tienen aplicación práctica]. Pues todo el temor y amor intelectualmente generados de los ángeles son creados como "algo a partir de la nada", y son los [niveles creados de] Néfesh y Rúaj de los Mundos de Beriá, Ietzirá y Asiá [y no el nivel Divino de Neshamá]. Sin embargo, los pormenores de las leyes [de las diversas mitzvot] son flujos de la Sabiduría Suprema del Emanador, bendito sea, investidos en lo material [de lo que trata esa ley]. Esta investidura no es como la investidura de la Sabiduría Suprema en el temor y amor generados intelectualmente, pues allí la vestimenta [en que se inviste] la oculta y oscurece por completo, tal como la tierra material oculta la Sabiduría Suprema investida en ella, como está escrito [respecto de todos los seres creados]: "A todos Tú hiciste con Sabiduría". Esta [Sabiduría Suprema] es la externalidad de la externalidad de los recipientes de maljut de Atzilut que se encuentran en Asiá, absolutamente oculta en el RúajNéfesh de Asiá. Así también en Beriá, está completamente oculta en el RúajNéfesh [de Beriá] que se crean con el ocultamiento y encubrimiento del Creador de lo creado.
Pero no sucede así con las leyes, en las cuales brilla manifiestamente un resplandor de Sabiduría. La vestimenta de Asiá es apenas de paso, al igual que en las Festividades, cuando jésed de Atzilut —totalmente investido en jésed de Beriá— vitaliza este mundo físico pasando a través de jésed de Ietzirá y de Asiá; también [este paso es] llamado "investidura", pues de otro modo no afectaría la fisicalidad de Este Mundo.
Ahora bien, aunque la fisicalidad de Este Mundo [analizada en la ley] sin duda oculta por completo incluso el jésed de Asiá, la ley misma, no obstante, no es concretamente física; es la Voluntad Divina, que fluye de la Sabiduría Suprema, para indulgencia o severidad. Sólo que ésta [Voluntad] desciende y brilla de forma manifiesta en el plano de lo físico, tal como agua que desciende de un lugar alto...* El objeto físico mismo del que habla la ley, en verdad sí oscurece totalmente, como por ejemplo la ley de "quien intercambia una vaca por un asno" o aquellas respecto de carne que es pigul, o no lo es y es kasher. Sólo la decisión legal misma, con su racionalidad manifiesta, es de maljut de Beriá y Ietzirá* del estado de Neshamá, que es la Divinidad que vitaliza y trae a la existencia al NéfeshRúaj de Beriá, Ietzirá y Asiá [que están en la categoría de seres creados], y que son el temor y amor de los ángeles y las almas y su JaBaD [o sea, la meditación en la grandeza de Di-s que lleva al amor y al temor — todo esto es creado y vitalizado en la forma de] algo a partir de la nada [como lo son todos los seres creados]. Por consiguiente, ésta extingue su sed* antes de descender a Este Mundo como aguas que bajan... Incluso luego de descender a Asiá, trasciende por mucho al JaBaD de Asiá, aun del estado de Neshamá, que es Divinidad.
La razón [de esta trascendencia] es que el JaBaD de Asiá del estado de Neshamá es la fuente de vitalidad del JaBaD de NéfeshRúaj y su progenie, y su llamado a ser como algo a partir de la nada con su descendencia, hasta el último estado de Asiá, a saber, la tierra y todas sus huestes.
Pero en cuanto al JaBaD de las leyes y sus razonamientos que están en maljut de Beriá y Ietzirá, [éste no es fuente de seres creados. Más bien,] la función de la jojmá [en su interior] es la rectificación de los semblantes de Atzilut, de los que dependen todos los razonamientos de los mandamientos —los [de los] positivos [dependen] de los cinco atributos de Bondad [de Zá de Atzilut] y [los de] las prohibiciones de los cinco atributos de Severidad [de Zá de Atzilut]—. Por consiguiente, incluso cuando [los razonamientos] descendieron [de su origen esencial en el semblante de Atzilut] para investirse en seres creados [y volverse la razón de sus leyes], están en maljut de Beriá y Ietzirá del estado [Divino] específico de Neshamá, que es de los recipientes de Atzilut, y no del grado de Rúaj y Néfesh.
Ahora bien, a pesar de que JaBaD de BeriáIetzirá del estado de Neshamá trasciende enormemente a maljut de BeriáIetzirá del estado de Neshamá, y con todo [JaBaD de Beriá y Ietzirá] es la fuente del JaBaD de BeriáIetzirá del estado de NéfeshRúaj, a saber, los ángeles, [en tanto se dijo que maljut, un nivel inferior, no puede serlo] — esto no es una pregunta en absoluto. Pues, en verdad, los ángeles y las almas [creados de JaBaD de Beriá y Ietzirá] lo son sólo de una gota emanada del JaBaD de la Neshamá al atributo de iesod de Zá, entregado luego a nukvá [=maljut], y de allí salieron [las almas y los ángeles] a modo de "nacimiento" [=resultó una nueva entidad]. Pues aun de proponerse que son creados del resplandor de los recipientes de nukvá de Atzilut, no obstante, ellos mismos son los que descienden [a Beriá, Ietzirá y Asiá] y se vuelven Neshamá [para ellos]. Pero la esencia del JaBaD de Neshamá se expande en las "seis direcciones" de Zu"n, y allí son [las leyes de la Torá:] los Seis Ordenes de la Mishná y la Guemará.
En cuanto a la declaración de Etz Jaím (y en Sháar HaIjudím), que a través de la intención (kavaná) se forma una vestimenta Neshamá, y a través de la Torá se forma una vestimenta [de la siguiente manera:] para el Rúaj del Rúaj de Ietzirá, a través [del estudio] de Mishná [la que deriva de Ietzirá], y para el Rúaj de la Neshamá de Beriá, a través [del] de Guemará [la que deriva de Beriá] — esto puede comprenderse como refiriéndose sólo a la Torá [estudiada] por el hombre en Este Mundo, cuando [su Torá] se remonta a lo Alto [y entonces se vuelve vestimenta de Rúaj, dado que deriva del hombre creado]. Pero el Talmud mismo que fue entregado en Sinaí, [o sea, la Torá tal como fue entregada desde lo Alto,] está en el nivel de Neshamá, [que es un grado de Divinidad] y por eso refina el Rúaj; y así es también con Mishná de Ietzirá: [tal como fue entregada desde lo Alto en Sinaí, también es del grado de Neshamá].
Aun de sugerirse que incluso lo que fue entregado [desde lo Alto] en Sinaí está en el nivel de Rúaj de BeriáIetzirá, es sabido que cada ángel que es un emisario de lo Alto, en ese momento es llamado literalmente con el Nombre de Di-s, Quien entonces mora en su interior. Sin embargo, cuando no es un mensajero, tiene algún otro nombre de acuerdo a su forma de servicio [a Di-s]. Y entonces proclama: "Santo, santo, santo es Di-s...", lo que significa que el Nombre de Di-s es [kadosh,] separado de él. Exactamente así sucede con la investidura del Talmud en el estado de Rúaj de Beriá y de la Mishná en el de Rúaj de Ietzirá, [pese a que Rúaj es una entidad creada]: Son mensajeros de Di-s, es decir, recipientes de nukvá [=maljut] de Atzilut — los [recipientes] externos en Talmud, y los intermedios en Mishná.
Pues la Mishná y el Talmud que están en ellos [es decir, dentro del Rúaj de Beriá y Ietzirá] emanan de iesod de Aba [=jojmá], el que recibe influencia de Jojmá Stimáa de Arij Anpín [=jojmá de Kéter], en la que está investida la [infinita] luz Ein Sof. Resulta, entonces, que la luz infinita —a saber, el Nombre de Di-s—, mora en el Rúaj de Beriá, Ietzirá y Asiá, en las Escrituras, la Mishná y el Talmud.
Y cuando la persona [los] estudia, atrae la [infinita] luz Ein Sof a Este Mundo para que se incorpore y anule en la luz Divina, pues esto es todo el hombre.
Este fue el servicio espiritual de Rabí Shimón bar Iojái y de todos los tanaím y amoraím que estudiaban el aspecto revelado [de la Torá]: Atraer la luz Divina [a este mundo], y producir los refinamientos de kelipat noga, a lo largo de todo el tiempo de exilio, un período de dominio del Arbol del Bien y el Mal, como declara el versículo: "El tiempo en el que el hombre [de mal] rige sobre el hombre [de santidad]". Pues éste es el máximo propósito del Hishtalshelut [que trae a la existencia a los mundos]: Que Quien está en lo Alto descienda [y se encuentre de manera manifiesta en el mundo] y tenga para Sí una morada entre las [creaciones] más inferiores, a fin de elevarlas, de modo que sean "uno en uno".
El servicio espiritual de los ángeles con temor y amor intelectual, en cambio, no atrae Divinidad [dentro del mundo] en absoluto; más bien, es sólo un modo de partida [pues su estado es el de añoranza y anulación a la Divinidad].
Con esto podemos comprender el que se creen ángeles a partir de la nada por medio del estudio de la Torá, aun sin la intención apropiada, instancia en la que [semejante estudio] está únicamente en un estado de Rúaj, que no es Divinidad en absoluto. Es que, no obstante, [aun cuando la Torá es estudiada sin la intención apropiada] el Nombre de Di-s ciertamente mora [en ella].
Esto bastará para quien entiende.
Escribe tu comentario