Bsd
Rosh HaShaná
A
1. En relación con Rosh HaShaná, la Mishná dice que "La mitzvá del día [se cumple] con [escuchar el sonido de] el Shofar"1.
Nuestro maestro, el Baal Shem Tov, ofrece una analogía2 acerca del significado conceptual del [sonido del] Shofar, [diciendo] que "se asemeja a un niño que clama: ¡Padre, padre sálvame!"
Mi suegro, el Rebe [anterior], relató [en cierta oportunidad] 3 –en nombre de los Rebes [de Jabad que le precedieron]– que una vez se pidió que se transmitiera a la congregación [de jasidím] reunida en el Beit HaMidrash –la Casa de Estudios– que lo principal de esta máxima [del Baal Shem Tov] no es [la expresión] "¡Padre, padre sálvame!", sino el "clamor" [del hijo].
La explicación de esta idea es la siguiente:
En esta analogía hay dos aspectos: 1) El "clamor" propiamente dicho, y 2) el contenido que se introduce en este clamor. Y [lo que enseñan los Rebes de Jabad es que] lo principal no es el contenido de la exclamación, sino [el modo en que las palabras son expresadas, es decir,] el "clamor" mismo4.
El sentido del clamor no es siempre el mismo, [pues éste es personal y subjetivo en cada individuo y depende de cuán profundamente la persona entienda y se vincule con el significado de sus palabras]. El clamor mismo, en cambio, se relaciona con todos y cada uno de los judíos por igual. Cada judío "clama" [su ardiente deseo de estar cerca de Di-s], ya sea con "una voz interior que se oye" o por medio de "una voz interior inaudible"; pero, [de todos modos,] en lo profundo de su alma el judío clama [por un acercamiento a la Divinidad].
Este es precisamente el sentido de las tekiot –los sones del Shofar–, y éste [modo de servicio] es aceptado en lo Alto.
El santo Rebe Leví Itzjak de Berdichov compara esta situación con la de un niño que deseaba comer una manzana y su padre no quería dársela; entonces el niño se apresuró y recitó la bendición [que debe hacerse antes de ingerir un alimento, en este caso el fruto de un árbol], y el padre tuvo que dársela5.
Ahora bien, esto sucede cuando el padre no está dispuesto a dar [y sólo lo hace porque no le queda alternativa], y con más razón cuando sí quiere dar, y la negación sólo tiene por finalidad poner a prueba la inteligencia del niño; [en esta instancia,] ciertamente entregará [lo que el niño pide]. En lo Alto, [la relación entre Di-s y el pueblo judío es de un modo similar: desde la perspectiva de Di-s,] Di-s desea dar –al estilo de la expresión [talmúdica] 6: "Más que lo que el ternero desea mamar, [la vaca desea amamantarlo]" encontramos un enunciado análogo acerca de lo Alto7: "Anhelarás la obra de tus manos": Di-s desea que Lo sirvan8 [para corresponder al judío, luego, con el flujo de Sus bendiciones]–.
Cuando los judíos recitan la bendición "[Bendito eres Tú, Di-s nuestro Señor, Rey del universo,] que escucha el sonido de la teruá de Su pueblo Israel..." y [agregan que esto es] "...con misericordia"9, [no hay duda alguna de que Di-s acepta su avodá] pues, conforme lo establece la Halajá –Ley Judía–, si existe la duda acerca de si debe recitarse una bendición o no10, ésta no debe ser recitada; y si [no obstante ello] los Hombres de la Magna Asamblea establecieron que esta bendición ["...que escucha el sonido de la teruá de Su pueblo Israel con misericordia"] sí deba recitarse11, legislaron con ello al mismo tiempo que Di-s acepta el sonido de la teruá de Su pueblo Israel, [es decir, acepta] el clamor de los judíos, [el sonido de] las tekiot, misericordiosamente.
Y dado que [es] Di-s [quien] acepta misericordiosamente [el sonido de] la teruá de Su pueblo, [desde lo Alto] se proyectan sobre todos los judíos [en general], y sobre cada uno en particular, todas [las bendiciones en] las cuestiones que requieran, sean materiales o espirituales, [incluyendo las requeridas] en [materia de] hijos, salud y sustento.
Y como Di-s satisface [estas necesidades] desde "Su mano llena, abierta, sagrada y generosa", los "hijos, salud y sustento" [que de El provienen] se materializan de manera abundante.
Esto se incluye en la [tradicional] expresión [de buenos deseos con que cada uno bendice a su semejante al iniciarse un nuevo año:] LeShaná Tová uMetuká – "Para un año bueno y dulce". De modo que [el flujo de abundante bendición espiritual] "desciende" [de la intangible dimensión del espíritu] y se cristaliza [en los planos más terrenales y concretos,] por "debajo de los 10 tefajím (puños)", en un bien visible y manifiesto.
2. Mi suegro, el Rebe [anterior] sentía una especial afinidad por los resúmenes:
El resumen y "punto esencial" de las 48 hs. de Rosh HaShaná se centraliza en dos puntos: Uno "abajo" y otro "arriba".
El "punto de abajo" es el judío, quien se subordina a Di-s con kabalat ol –una absoluta sumisión al Yugo Celestial–, aceptando [sobre sí] la Soberanía Divina. Y el "punto de arriba" es la 'subordinación' de Di-s –para decirlo de alguna manera–, que El Mismo 'Se somete' en favor de los judíos y dice12: "Yo daré vuestras lluvias en su debido tiempo…" junto con todas las cuestiones [de bendición] enunciadas en ese párrafo [bíblico] 13.
Únete a la charla