Es el precepto con el cual se nos ordenó mezclarnos entre los Sabios, apegamos a ellos, ser perseverantes y permanecer con ellos, y tomar parte con ellos en todas las formas de sociedad —en la comida, la bebida, la compra y la venta— a fin de que con ello lleguemos a parecernos a (ellos en) sus acciones y a creer en las concepciones verdaderas (que surgen) de sus palabras.

Es lo que El, exaltado sea, dijo: Y para unirte a El.

También este precepto fue repetido ya (en la Torá), y dijo: Y a El te unirás. Sobrevino la explicación: "Y para unirte a El — únete a los Sabios y a sus discípulos". Esta es la expresión del Sifrí.

Asimismo trajeron prueba acerca de la obligación de casarse con la hija de un Sabio, de casar a su hija con un Sabio, de beneficiar a los Sabios y de comerciar con ellos, de lo que fuera dicho: Y a El te unirás. Dijeron: "¿Acaso le es posible, a la persona, unirse a la Shejiná? ¡Si está escrito: Pues el Señor, tu Di-s, fuego que consume es El! Mas bien (esta orden significa) que: todo el que se casa con la hija de un Sabio", etc.