Es el precepto con el cual se nos ordenó la ley del que seduce.

Es lo que El, exaltado sea, dijo: Y cuando un hombre seduzca a una (mujer) virgen...

Todas las leyes de este precepto han sido explicadas ya en el Capítulo Tercero y el Capítulo Cuarto (del Tratado Talmúdico) de Ketubot.