Es el precepto con el cual se nos ordenó la ley del siervo hebreo.

Es lo que El, exaltado sea, dijo: Cuando adquieras un siervo (hebreo)...

Las leyes de este precepto han sido explicadas ya en los versículos de la Torá, y las reglamentaciones de este precepto han sido explicadas ya, todas, al comienzo del Tratado (Talmúdico) de Kidushín.