El Conocimiento Previo de Di-s, de lo que hará el hombre, no contradice su Libre Albedrío. Si Di-s sabe de antemano qué elegirá el hombre, ¿tiene el hombre Libre Elección?


…Uno de los interrogantes que usted plantea en su carta (que aparentemente le fue propuesto como una cuestión insólita y sumamente complicada es: "¿cómo es posible el Libre Albedrío, si Di-s conoce de antemano lo que hará el hombre?"
En verdad, este problema ya ha sido tratado en la Literatura Sacra, y resuelto con claridad. La respuesta es sumamente sencilla, tal como puede verse en los dos ejemplos siguientes:


1) Supongamos que una determinada persona ha sido dotada de la facultad de predecir el futuro. ¿Diremos acaso que su conocimiento de las acciones futuras de cualquier hombre le impiden a este último actuar tan libremente como antes? El conocimiento del adivino no es sino el conocimiento de la forma en que aquella persona elegirá, y cómo actuará por su libre voluntad.
De la misma manera se comprenderá que el conocimiento de Di-s de las acciones de los hombres es un conocimiento que no les impide el libre albedrío de sus actos. Di-s, bendito sea, sabe de qué manera elegirá comportarse esa persona en determinada situación. De querer formular esto en términos científicos, diríamos: lo opuesto al libre albedrío no es el conocimiento previo, sino la compulsión de una acción sobre el ser humano. Pero existe un tipo de conocimiento que no involucra la compulsión (como, por ejemplo, el conocimiento del pasado).


2) Todo aquél que cree en Di-s, incluso quien no es judío, cree que para Di-s, el pasado, el presente y el futuro son una misma cosa, por cuanto Di-s trasciende el tiempo y el espacio. Y así como el hombre puede saber qué ha ocurrido con su semejante en el pasado -y, obviamente, ello no influye de manera alguna sobre la libertad de acción de aquél-, del mismo modo Di-s conoce lo que el hombre hará en el futuro. Pues, en lo que respecta a Di-s, el conocimiento del futuro es idéntico al conocimiento del pasado.
De la sencilla solución a este problema puede usted derivar sus conclusiones respecto de otros problemas similares. Puede estar seguro de que hay una respuesta para cada uno de ellos, y con frecuencia ésta es sumamente simple. No obstante, la senda judía genuina es "primero" cumplir la Torá y sus preceptos con fe pura, y sólo después intentar hallar respuestas a los interrogantes que vayan surgiendo. Di-s nos libre de ver en nuestra comprensión humana una condición previa al cumplimiento de los preceptos de Di-s…

(Resumen de una carta del Rebe, fechada en el año 1961)