Me encontré por primera vez con el Rebe durante la época en que vivía el Rebe Anterior, relató Rabí Abraham Mordejai Hershberg, el Rabino Jefe anterior de México. "Pregunté al Rebe Anterior sobre un puesto Rabínico que me habían ofrecido en Chicago. Me dijo que consultara con su yerno."
Pasé casi toda la noche con el Rebe . Nuestra discusión abarcó de un tratado a otro del Talmud y el alcance del conocimiento del Rebe y su genio me asombraron totalmente. Desde esa noche en adelante, mantuve contacto con el Rebe, y he consultado con él numerosos asuntos personales y públicos.
En 1980, durante la ocupación iraní de la Embjada Americana, Rabí Hershberg tenía en su agenda viajar a Irán por un proyecto de servicio público. Debido a la atmósfera tensa en esa época, muchos intentaron persuadirlo de que posponga su viaje. Contrariamente, el Rebe lo alentó: "Vaya con bendición. Es seguro que Ud. encenderá la Menorá de Janucá en Irán."
Rabí Hershberg estaba perplejo por las últimas palabras del Rebe. El no tenía planeado permanecer en Irán para Janucá.
Pero si se quedaba, no había duda de que él encendería una Menorá. El no entendió la referencia del Rebe ni el tono enfático en sus palabras.
Después, se aclaró. Su misión en Irán tomó más tiempo de lo esperado, durante el cual él desarrollo un relacionamiento con ciertos oficiales iraníes. El sabia que había seis judíos entre los rehenes en la Embajada Americana y pidió permiso para encender la Menorá con ellos. "Así como hemos concedido permiso para que un sacerdote se reúna con los rehenes cristianos en su fiesta" respondieron los iraníes, "nosotros permitiremos también su entrada."
Y así fue como Rabí Hershberg encendió la Menorá de Janucá, en la cercada embajada Americana en Irán ese año.
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