La octava sección del libro de Éxodo comienza con D-os diciéndole a Moisés que le ordene (Tetzavé en Hebreo) al pueblo judío que provea el aceite de oliva a ser usado para encender las lámparas del candelabro del Tabernáculo. Luego le describió las prendas especiales que los sacerdotes (Aarón, hermano de Moisés, y sus descendientes presentes y futuros) tendrían que vestir siempre que oficiaran en el Tabernáculo. Los hijos de Aarón se convirtieron en los primeros sacerdotes “comunes” que oficiaron en un uniforme compuesto de cuatro prendas; Aarón se convirtió en el primer “sumo sacerdote” que vistió un uniforme de ocho prendas y a quien se le confió tareas y privilegios más allá de los de los sacerdotes comunes. Luego de describir las prendas de los sacerdotes, D-os le ordenó a Moisés que cumpla un ritual de una semana para instalar a su hermano y sobrinos en su oficio de sacerdotes. Esto es seguido por la descripción del Altar de incienso, ubicado en la cámara externa del Santuario, cerca del Candelabro y la Mesa de doce panes.