En la séptima sección del Deuteronomio llega a su término el segundo discurso de despedida de Moshé al pueblo judío. El discurso comprende el último repaso a algunos mandamientos, comenzando con uno que habría de ser relevante una vez que el pueblo judío entrara (tavó, en hebreo) a la Tierra de Israel, el consistente en llevar al Templo Sagrado los primeros frutos de la cosecha de cada año. Luego Moshé continúa con su evocación del pacto entre D-os y el pueblo judío.