Esta semana leemos en la Torá, sobre el nacimiento de Moshé Rabeinu. Nuestros Sabios Z"L nos enseñan que Moshé nació el siete de Adar, y falleció en esa misma fecha. Con relación a esto, la Guemará1 relata que el malvado Hamán realizó un sorteo entre los meses del año, para definir el mes cuando ejecutar su decreto de exterminio. "Cuando cayó el sorteo sobre el mes de Adar, se puso muy contento. Dijo: Cayó el sorteo en el mes en que falleció Moshé. Pero no sabía que el siete de Adar falleció pero también nació" Rashi explica su error: "Vale el nacimiento como para que expíe el fallecimiento".

De las palabras de la Guemará resulta que efectivamente el día de la muerte podría dar lugar para el decreto de Hamán, y su error radicaba en que no sabía que Moshé Rabeinu también nació en Adar, y que el día del nacimiento expía por el día de la muerte.

Pero esto despierta un interrogante2 : ¿no está escrito acaso que "mejor...el día de la muerte que el día del nacimiento"? El Midrash3 explica el motivo: "en el día que nace, nadie sabe cual será su proceder" 4 , mientras que cuando el Tzadik fallece, sabemos que "se fue del mundo en paz" 5 . ¿Cuál es entonces la virtud especial del día del nacimiento de Moshé Rabeinu, con la cual podía expiar por el día de su muerte?

El Cuerpo no Oculta

La explicación de ello radica en la singularidad de Moshé Rabeinu también frente a otros Tzadikim, justos.

Cuando Moshé nació está dicho6 : "y lo vio que era bueno", dicen nuestros Sabios7 : "Cuando Moshé nació, la casa se llenó totalmente de luz".

"Casa" es una alusión al cuerpo, el lugar de residencia del alma. En Moshé Rabeinu, de inmediato con su nacimiento, "la casa", su cuerpo material, estaba llena de luz.

Generalmente, el cuerpo material oculta al alma Divina, y la misión del hombre en su vida es quitar los ocultamientos del cuerpo y revelar el alma. Esta es la ventaja del "día de su fallecimiento". Entonces sabemos que el hombre fue exitoso en revelar la luz de su alma y quitar los ocultamientos del cuerpo.

Pero en Moshé, el alma iluminó sin obstrucción alguna, de inmediato con su nacimiento.

Sin Cambios

En verdad, también en Moshé hay una superioridad en el día de la muerte por sobre el día del nacimiento. La ventaja radica en que en el día del nacimiento todas sus virtudes y capacidades están en un estado potencial y aún no llegaron a concretarse, mientras que la perfección de la labor de Moshé Rabeinu alcanza su máxima expresión recién en el momento de su fallecimiento. Sin embargo, con Moshé específicamente había una ventaja especial en el día de su nacimiento sobre el día de su muerte. Es en lo que se refiere a su alma, cuya luz ilimitada y no condicionada a cambio, brilló con toda su intensidad desde el principio, el día del nacimiento. La verdad e inmutabilidad que irradiaba su alma, no daba lugar a interrupción ni interferencia alguna.

Mérito Eterno

Ahora podrá entenderse por qué específicamente el día del nacimiento de Moshé Rabeinu anuló el decreto de Hamán. El día de fallecimiento representa después de todo, un tema negativo- la interrupción de la vida (del alma Divina en la dimensión) material de este mundo. Esto podría dar luego a desencadenar la raíz y fuente del decreto de Hamán.

Sin embargo siendo que en el mes de Adar también nació Moshé, "vale el nacimiento como para expiar por la muerte" 8. El día del nacimiento de Moshé brillaba el infinito de su alma, que no se altera a través de circunstancias externas cualesquiera que sean. Por ello, el hecho de que Moshé Rabeinu falleció, no afecta la irradiación de luz de su alma, el día de su nacimiento "expía" y elimina el efecto negativo del día de la muerte. Y también su merito eterno sigue activo para el pueblo de Israel hasta el final de las generaciones.