La Elección
"Rabí Elazar Ben Bartota dijo: Dale a El de lo que es Suyo, pues todo lo que es tuyo es de El. Y así fue dicho por David: Pues todo es de Ti y de lo Tuyo Te hemos dado"
La esencia del mensaje de Rabí Elazar es claro, y abarca la actitud judía con respecto a la caridad: nosotros no "contribuimos" con lo que nos pertenece. Sino que, sencillamente llevamos a cabo el propósito por el cual la riqueza nos fue confiada por el Altísimo.
Pero hay un mensaje más profundo en las palabras de Rabí Elazar. La parte vital de la Mitzvá de caridad -y de todos los preceptos de Di-s- es que elegimos cumplirlos por propia voluntad. "Todo está previsto, sin embargo se otorga libertad de elección" proclama Rabí Akiva más adelante, en este mismo capítulo. Si hacer el bien fuese tan natural e impulsivo para nosotros como respirar y comer, nuestras acciones no serían más significativas que cualquier otro fenómeno biológico. El obsequio del libre albedrío es el más "revolucionario" aspecto de la creación de Di-s, ya que va en contra de la más básica ley de la realidad: el axioma que dice que "no hay nada fuera de Él", que la omnipresencia de Di-s no da lugar a la existencia independiente de ningún otro elemento. No obstante, Di-s eligió franquear esa "regla" darle al hombre la libertad de elegir entre lo correcto y lo erróneo. Por eso, cuando la persona decide compartir su riqueza, está dando de lo que en verdad es de Él -sólo que Di-s le ha delegado el derecho elección.
En realidad, sólo que tú y todo lo que te pertenece son de Él -Di-s te concedió vida, independencia en la elección y el derecho de la propiedad, con la intención de impartirle significado y valor al hecho de que cumples con Su Voluntad.
La elección es tuya. Pero cuando ejerces esa capacidad, ten presente de dónde proviene este poder. Recuerda a Quien Te ha creado con voluntad propia, y con qué propósito Él lo ha hecho así.
(Extraído de Beyond the Letter of the Law, basado en una alocución del Rebe de Lubavitch)
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