¿Estás harto de un mundo que gira tan rápidamente? Yo sí. A veces simplemente me gustaría mudarme a alguna alejada isla solitaria, donde no existan autos, computadoras, y raramente llegara la señal del celular.
Mi querido amigo Marc Asnin, ganador de premios de fotografía, estuvo en Haití documentando lo sucedido luego del espantoso terremoto. Estando ahí, durmió en la calle y comió comida fría. No tenía internet, aire acondicionado ni teléfono. La isla había regresado a la era de las tinieblas.
Por más terrible que pueda sonar, una parte de mi se cuestionó si esta alternativa- la de mi vida actual, la de transitar la ruta de la vida en el carril de alta velocidad- es la mejor opción.
El Rebe escribe en una carta con fecha noviembre 1973 (los paréntesis rectos son aclaraciones mías):
En tiempos normales, estables aunque lentos, el progreso puede ser satisfactorio, y en ocasiones puede que el progreso estable y la velocidad no sean compatibles. De cualquier manera, vivimos en tiempos "anormales" cuando las cosas se mueven a la velocidad de un torbellino, y no debemos quedarnos atascados en los métodos que utilizamos en lo relativo a la Torá[y la educación] para resolver problemas.
La realidad es que, a la luz de la enseñanza del Baal Shem Tov, quien indica que para alcanzar de la mejor manera su propósito en la vida una persona debe aprender de todo aquello que le rodea, la actual "era de los jets" y la velocidad supersónica deberían inspirar la idea del ahorro de tiempo en el mundo espiritual.
Hoy en día, se tarda únicamente un par de horas en recorrer una distancia que no hace mucho tiempo llevaba varios días o incluso semanas, y se reciben mensajes instantáneos a diferencia del largo tiempo que se tardaba anteriormente en recibirlos.
Si esto pudo ser logrado en el mundo físico y material, seguramente lo mismo debería pasar en el mundo de las ideas. Ya sea en lo que respecta a el área de los logros personales, o la de influir para que haya un cambio en el medio ambiente.
Satisfacernos con menos en el mundo de lo espiritual sería como discutir el retorno a la era de las carrozas, basándonos en el concepto de que fueron satisfactorias en determinada época, tanto más en cuanto a los asuntos espirituales que nunca estuvieron sujetos a limitaciones del tiempo y el espacio…
Así que mientras la vida pasa volando, no olvidemos de mover nuestros asuntos espirituales y las buenas acciones que realizamos a una velocidad comparable.
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