Pregunta
Escuchamos todo el tiempo que la Torá y la ciencia no se contradicen. Pero ¿me puede dar al menos uno o dos ejemplos donde coincidan?
Respuesta
- El ejemplo más destacado: Durante milenios fuimos ridiculizados por creer que el mundo tuvo un comienzo. Solo en la primera mitad del siglo XX la evidencia se puso abrumadoramente de nuestro lado. Como escribe el Dr. Arno Penzias (uno de los tres que recibieron el Premio Nobel por identificar la “radiación de fondo” que se convirtió en uno de los pilares de la cosmología actual del Big Bang): “la [idea que hubo un momento de] creación es apoyada por todos los datos hasta el momento.”1
- Abraham fue un inconformista por creer que todas las fuerzas del cosmos son en realidad una única fuerza. Esta es la opinión de la ciencia durante los últimos cien años y la fuerza que impulsa la búsqueda de la Teoría del Campo Unificado.2
- El relato bíblico de la Creación y los eventos que desafían las leyes de la física —e incluso de la lógica— implica que las leyes de la lógica no son absolutas, es decir que no es imposible que esas leyes se pudieran haber creado de otra forma, e incluso ahora, el Creador puede ajustarlas o reemplazarlas a su voluntad. Este tipo de pensamiento encontró su camino en las matemáticas modernas, rompiendo con la visión Euclidiana que los axiomas de la geometría son absolutos “verdades evidentes”, preparando el terreno para la Teoría de la Relatividad de Einstein. De hecho, intentos posteriores por demostrar que las matemáticas están basadas en la lógica han fracasado. Los pensadores cuestionan hoy el absolutismo de la lógica misma3 .
- La Torá, al presentar el concepto de la Providencia Divina dentro de la naturaleza, implica que el universo es lineal solo en términos generales, rechazando el concepto determinista de que la causa y efecto están inherentemente vinculados. Este es un resultado del Principio de Incertidumbre, enunciado por primera vez por Heisenberg en 19284 . Durante las últimas décadas los experimentos han confirmado repetidamente este concepto.
- La Torá no habla de la materia en términos de una sustancia autocontenida, sino como un evento, una “palabra”. Hoy entendemos a la materia simplemente como una dinámica de energía concentrada, como en la familiar fórmula E = mc2. O en la definición física de David Bohm, “Lo que está en vías de desarrollo, sin importar el medio.”5
- La Torá confía en testigos y observación por encima de la intuición. Hoy llamamos a esto empirismo objetivo. Es lo que diferencia a un científico de un filósofo griego o medieval.
- La Torá reconoce el rol de la conciencia humana como un participante activo, en lugar de pasivo, en la formación de la realidad6 . Este resultado del modelo estándar de la mecánica cuántica fue enunciado por primera vez por John von Neumann en 19327 .
- La Torá se basa consistentemente en el concepto de sinergia: El todo es más grande que la suma de las partes. Esto se ha convertido en un principio esencial en muchas disciplinas modernas, desde la sociología hasta la química.
- La Torá, en muchas aplicaciones halájicas, se basa en el “quantum”, los cambios incrementales más pequeños posibles dentro del espacio y tiempo. Este fue el postulado de Max Planck que abrió el terreno para la mecánica cuántica.
- La Torá describe a toda la humanidad como descendiendo de un solo hombre y —aun antes de eso— de una sola mujer8 . La abrumadora evidencia genética concurre con esto, a pesar de que la datación está algo desfasada. Están poniéndose al día.
- La Torá entiende a la mente humana como un ser de muchas capas y facetas; no hay solo una persona dentro. Bienvenido a la psicología moderna.
- La Torá describe al planeta tierra y a todo el universo en términos holísticos. Hoy en día la ciencia se está moviendo rápidamente en esa dirección, en las ciencias biológicas, como también en la física y la cosmología.
- De la Torá se pueden inferir muchas costumbres, creencias, políticas, tecnologías, etc. de tiempos antiguos que los historiadores antes negaban y los arqueólogos sólo recientemente han confirmado.
- La Torá presenta y desarrolla rigurosamente la ley de jazaká: Un evento debe ocurrir repetidamente bajo condiciones idénticas para ser considerado el resultado más probable en el futuro (como el caso del toro que cornea repetidamente). Esta es la base del método científico.
- La Torá prescribe la educación pública, la participación popular y el gobierno constitucional. Los sociólogos describen cómo estos elementos generan estabilidad y productividad en la sociedad.
- La Torá prescribe el manejo responsable de nuestro medio ambiente. Hoy está demostrado que este enfoque es el único posible para una vida sustentable en nuestro planeta.
Muchos de estos ejemplos pueden parecer obvios y trillados, sin embargo, ninguno de ellos fueron aceptados como tales hasta recientemente. Estoy seguro que hay más, si piensa en alguno, por favor háganoslo saber.
Le debo reconocimiento al Dr. Moshé Genuth por sus valiosas sugerencias y asistencia para este artículo.
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