La mayoría de la gente no toma el judaísmo como una religión marginal. Sin embargo, ese es nuestro uniforme. Debajo de las camisas, los hombres y los jóvenes judíos llevan puesto un poncho llamado talit katán (literalmente: manto pequeño), que tiene flecos marginales que cuelgan de cada esquina, tal como lo manda la Torá (Números 15:37-40): “Harán flecos en las esquinas de sus vestimentas…”.

Estos flecos, llamados tzitzit, están enrollados y atados para recordarnos todas las mitzvot. Los valores numéricos de las letras que comprenden el término hebreo tzitzit suman en total 600. Si a eso le agregamos los ocho hilos y los cinco nudos de cada tzitzit, tenemos un total de 613. Ahora se entiende por qué se acostumbra llevar los tzitzit colgando afuera, para que queden visibles. Al tener un recordatorio tangible de las 613 mitzvot, estamos fortaleciendo nuestro dominio de las tentaciones del corazón.

Únicamente las prendas de vestir que tienen cuatro (o más) esquinas necesitan tzitzit, y hoy en día hay muy pocas prendas de vestir (fuera de los ponchos) que tengan cuatro esquinas. Por eso usamos un talit especial de cuatro esquinas, para poder cumplir esta mitzvá. Durante las plegarias de la mañana, los hombres se ponen un talit gadol, que es una versión más grande del talit katán.

Tradicionalmente, los niños empiezan a usar el talit katán cuando cumplen tres años.

Técnicamente hablando, el tzitzit es una mitzvá que se practica de día. Sin embargo, según la Kabalá, hay que usar tzitzit incluso de noche, cuando uno está durmiendo.

Para ponerse el Talit Katán:

Inspecciona el tzitzit todos los días y desenreda los flecos. Si estos se acortaron o se rompieron, llévaselos a un rabino para que verifique si todavía son kasher.

Antes de ponerte el talit katán, se dice:

Bendito eres Tú, Hashem, nuestro Dios, Rey del universo, Quien nos santificó con Sus preceptos y nos ordenó acerca de la mitzvá de tzitzit.