Qué: El shofar es un cuerno de un animal kasher al que se le quitó la médula. Si lo soplas, vas a oír su sonido. Si soplas la secuencia indicada de sonidos en el momento indicado del año, has hecho una gran mitzvá.
Cuándo: En la Biblia, Rosh Hashaná es llamado “El día del toque del shofar”. Esa es la mitzvá del día: oír los sonidos del shofar. Dado que Rosh Hashaná dura dos días, necesitamos oírlo durante las horas diurnas de ambos días, a menos que el primer día caiga en Shabat; en cuyo caso, solamente, lo tocamos el segundo día. Este año, 2013, tocamos el shofar el 5 y 6 de septiembre.
Por qué: Básicamente, porque es una mitzvá. Pero los sonidos del shofar también son llamadas de atención. Rosh Hashaná es el momento de sacudirnos de nuestro letargo espiritual, reconectarnos con nuestra fuente y reiniciar un compromiso con nuestra misión divina en este mundo.
Quién: Todos los hombres, mujeres y niños judíos. Todos necesitamos reconectarnos.
Dónde: El lugar de preferencia es tu sinagoga local. Allí se toca el shofar después de la lectura de la Torá.
Haz clic acá para encontrar la sinagoga más cercana a tu domicilio.
¿No tienes forma de asistir a la sinagoga? Entonces, contacta al rabino de Jabad de tu zona. Él va a hacer todo lo que esté a su alcance por arreglar una visita a domicilio.
Cómo: Puede parecer muy simple, pero tienes que atenerte a las reglas del juego. A menos que conozcas todas las reglas, mejor será que lo dejes a cargo de tu rabino o de otro profesional. Estos son los puntos básicos:
La persona que toca el shofar recita dos bendiciones y luego toca una secuencia de tres clases de sonidos: 1) Tekiá, un sonido ininterrumpido que dura varios segundos; 2) Shevarim, tres sonidos de longitud mediana; 3) Truá, un mínimo de nueve sonidos muy breves.
Si lo haces en la forma debida, vas a completar treinta sonidos como estos. Ese es el requisito mínimo. En la sinagoga, tocamos un total de cien sonidos, en los que los toques adicionales se reparten en el transcurso de las plegarias que siguen a la lectura de la Torá.
Únete a la charla