Habían pasado seis días desde que dejamos a nuestros capataces egipcios, pero nuestra liberación aún no estaba completa. No lo estuvo hasta la séptima noche, en que el Mar de Juncos se dividió ante nosotros y luego volvió a cerrarse en forma súbita para aniquilar totalmente a nuestros perseguidores egipcios. Recién entonces, nos libramos por siempre de nuestras cadenas.

Ese sabor de libertad total es lo que revivimos la séptima y la octava noche de Pesaj.

Observancias de la festividad

Se encienden velas festivas ambas noches y hacemos kidush y celebramos con comidas festivas ambas noches y ambos días[i]. No vamos al trabajo, no conducimos, escribimos ni encendemos o apagamos artefactos eléctricos. Está permitido cocinar y transportar objetos afuera (excepto en Shabat).

La división del mar no fue solamente una escena espectacular, fue una visión clara de un orden cósmico mucho más profundo.

Primera noche:

La división del mar no fue solamente una escena espectacular, fue una visión clara de un orden cósmico mucho más profundo. Muchos reviven esta experiencia quedándose despiertos toda la noche con amigos, estudiando la Torá y absorbiendo la santidad de esta fecha tan especial.

Primer día:

Leemos la historia del Mar de Juncos en la Torá y la canción de alabanza, que entonamos después. Cuando se lee la canción, todos se ponen de pie.

Segunda noche:

Aquellos que tienen un padre fallecido encienden una vela de iortzait de 24 horas de duración antes de que oscurezca. (Si el primer día es Shabat, entonces se la enciende después de que oscurezca). Se la enciende a partir de una llama ya existente.

Segundo día:

Se recita Izkor en el servicio de la mañana.

El último día de Pesaj, se pone especial hincapié en el tema de la liberación final, la que todavía tiene que llegar (hasta el momento de la publicación de este artículo). La haftará es una clásica profecía de aquella era. Para celebrar, el Baal Shem Tov hacía una comida festiva a la que llamaba El Banquete del Mashíaj. Puedes estar seguro de que el Beit Jabad de tu zona va a organizar este banquete con abundante matzá y cuatro copas de vino. Por lo general, suele comenzar poco antes de la puesta del sol.

Lleva un poco de tiempo volver a adquirir el jametz que se vendió para Pesaj. Espera una hora más después de la salida de las estrellas para consumir jametz.



[i] A diferencia de todas las demás festividades, en los últimos días de Pesaj no se recita la bendición Shehejeianu al encender las velas festivas ni al hacer kidush.