La familia del Rebe una vez pasó un verano en Balaclava, a orillas del Mar Negro en Crimea. Un día, los vacacionistas escucharon que un niño joven había salido solo en una pequeña embarcación. La embarcación había zozobrado lejos de la costa, y el niño enfrentaba un peligro inminente.

Otro niño nadó hasta el bote y rescató al que se estaba ahogando. Apurándose a la escena del incidente, la madre del Rebe descubrió que el “héroe” no era otro sino su hijo de nueve años.