El Rebe estaba conduciendo su Seder de Pesaj, cuando fue la hora de comer el aficomán, el Rebe preguntó acerca de un grupo de estudiantes de yeshivá quienes habían sido enviados para servir como shlujim para promocionar el crecimiento de la Yeshivá de Lubavitch en Melbourne, Australia. Los estudiantes habían regresado a Nueva York para la fiesta.
El Rebe estaba informado de que los jóvenes estaban permaneciendo en el “770” y fueron convocados rápidamente. El Rebe entregó a cada uno de los shlujim un pedazo del aficomán. “Está escrito” dijo el Rebe, “que uno debe dar a cada miembro de su casa un pedazo del aficomán. Los shlujim son miembros de mi casa. En verdad, todos los estudiantes de yeshivá son mis hijos. Sin embargo, los shlujim requieren atención especial.”
A pesar de que la generación de hoy ha crecido acostumbrada al viaje de ultramar, era mucho menos conveniente y factible económicamente durante los primeros años del liderazgo del Rebe. Sin embargo, uno de los shlujim de Europa arregló un viaje a “770” a fin de celebrar Yud-Bet Tamuz, el aniversario de la liberación de prisión del Rebe Anterior1 y a participar del farbrengen del Rebe.
Yud-Bet Tamuz cae durante la temporada de campamentos de verano. Poco antes del farbrengen, el sheliaj fue contactado por los miembros del campamento vacacional para niños de Lubavitch, en el norte del Estado de Nueva York. “Por favor, pasa la noche del Yud-Bet Tamuz con los niños,” le pidieron. “No hemos podido encontrar otra persona que sea capaz de compartir la inspiración de esta fecha importante con los niños."
El sheliaj siempre había dado prioridad a las necesidades de otras personas, así que pasó la noche del Yud-Bet Tamuz con el grupo de niños campistas, a pesar de que él se había preparado para celebrar el feriado jasídico con el Rebe.
Pocos días después, el Rebe anunció un farbrengen inesperado en el “770." Esto era extremadamente poco común en aquellos años y muchos se preguntaron que había detrás de este evento no anticipado. Durante el farbrengen, el Rebe resolvió sus preguntas. “Hay un sheliaj quien viajó hasta aquí desde lejos,” explicó él, “y aún así voluntariamente abrió mano de su oportunidad de pasar un Yud-Bet Tamuz en “770,” a fin de que él pudiera llevar a cabo un farbrengen con un grupo de niños. Ahora nosotros lo estamos haciendo para él.
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