Una vez un grupo de jasidim vino a Rav Yisrael Ruzhin, quejándose de una sequía que estaba poniendo en peligro sus cultivos y su ganado. Rav Yisrael los condujo, a través de senderos en sombras, hasta un bosque cercano donde llegó a un árbol en particular. Hizo un gesto para que los
Jasidim se sentaran y dijo:
"Cuando había una sequía en el tiempo del Baal Shem Tov, él traía a sus jasidim a este árbol, cantaba una melodía, compartía una enseñanza y
la lluvia comenzaba a caer."
"Una generación más tarde, cuando había sequía, mi abuelo el Maguid de Mezritch también traía a sus seguidores a este árbol. El les contaba esta historia del Baal Shem Tov y decía: 'A pesar de que no recuerdo más la enseñanza, esta es la melodía que solía cantar el Baal Shem Tov.' Y después de que él cantaba la melodía, la lluvia
comenzaba a caer." "En cuanto a mí", concluyó Rav Yisraei, "Yo no sé ni la melodía ni la enseñanza. Pero conozco la historia. Ojalá que el relato de la historia traiga
lluvia."
Reb Yisrael y sus jasidim apenas habían salido del bosque cuando los primeros estampidos de
truenos fueron oídos.
* * -k
Muchos de las historias en este libro muestran la dimensión contemporánea del liderazgo del Rebe, como él está involucrado con personas y situaciones en las cuales los Rebeim de generaciones previas no se encontraban. Pero no puede ser olvidado, que es el heredero de la tradición de aquellos previos Rebeim; que él perpetua la originalidad de la relación Rebe-Jasid que existió en generaciones previas. Este es el enfoque del presente capítulo.
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