El Rabbi Yehuda Liebush Heber y su familia eran muy íntimos del Rebe y la Rebbetzin durante la Segunda Guerra Mundial, cuando la pareja vivía anónimamente en París.
“Al principio de la guerra,” relató el Rabbi Heber, “yo estaba deliberando si permanecer en París o tratar de inmigrar a los Estados Unidos. Esto fue antes de la invasión nazi a París, y nadie podía predecir cuán devastador sería el futuro. Estaba financieramente seguro en París y preocupado acerca de la incertidumbre y la dificultad de la inmigración.”
El Rebe sugirió que consultara con su suegro, el Rebe Anterior, quien estaba viviendo en Polonia.
“Me sorprendió muchísimo este consejo. El contacto con Varsovia era virtualmente imposible por teléfono o por correo. 'Envía un telegrama,’ sugirió el Rebe. Esto también parecía inútil, porque los telegramas tampoco eran entregados.”
‘“Tu no tienes idea’, dijo el Rebe de lo que es un Rebe. "La carta y el telegrama no necesitan ser enviados a fin de que el Rebe conozca la pregunta. Y la respuesta del Rebe no necesita llegar a fin de que tu recibas tu respuesta’.”
“Rápidamente me senté a redactar mi pregunta y me dirigí a la oficina de la Western Union. ‘Lo siento, no hay absolutamente ninguna posibilidad de telegrafiar a Polonia’, dijo el empleado. 'Todas las líneas están muertas’. Realmente no esperaba otra cosa, pero hice lo que pude.”
“La mañana siguiente me desperté con una claridad repentina. A pesar de mis dudas anteriores, enseguida me sentí muy firme acerca de dejar París e inmigrar a los Estados Unidos.”
El Rabbi Heber llegó a los Estados Unidos en 1940, unos pocos meses antes que el Rebe. Su familia mantuvo una relación íntima con el Rebe y la Rebbetzin durante muchos años que siguieron.
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