Un oficial de policía israelí quien estaba tomando un curso de entrenamiento profesional en América, decidió sacar provecho de su estadía en los Estados Unidos a fin de conocer al Rebe privadamente en yejidut. El entregó al Rebe una lista de los miembros de su familia, pidiendo una bendición para cada uno de ellos.
Después de leer la nota, el Rebe preguntó: “¿Cómo está la pierna de su esposa?.”
Cuando el oficial de policía simplemente le respondió con una mirada incrédula, el Rebe le recordó gentilmente acerca de una carta que su hijo había escrito hacía diez años, cuando asistía a la escuela Lubavitch.
Cuando el niño había estado en el tercer grado, la esposa del oficial había contraído una seria enfermedad de la pierna. El profesor del niño vió su preocupación y le sugirió que escribiera una carta al Rebe. Pronto recibió una bendición para una recuperación rápida. En su debido tiempo la pierna de su madre sanó.
En el Ínterin, el oficial y su familia se habían mudado a una ciudad diferente, los chicos habían crecido y el oficial había olvidado acerca de la enfermedad hasta ahora, cuando fué recordado por el Rebe.
Más tarde, el oficial explicó: “No sé qué es más emocionante para mí: el hecho de que el Rebe recordara, después de diez años y de muchas miles de otras cartas o el genuino interés y cuidado que el Rebe expresó por el bienestar de otra persona.”
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