Pregunta:

¿Está mal que un judío diga “voy a mantener los dedos cruzados” para la buena suerte? De ser así, ¿existe algún equivalente a esta expresión dentro del mundo judío? Estoy esperando una respuesta acerca de un trabajo y necesito toda la buena suerte que sea posible…

Respuesta:

Cruzar los dedos es una práctica cristiana. Su origen se remonta a la Inglaterra medieval, cuando los cristianos creían que el símbolo de la cruz tenía el poder de evitar el mal y traer la buena fortuna. Si alguien se encontraba con una bruja y no tenía una cruz a mano, la forma más simple de improvisar una era cruzando los dedos.

En la actualidad, la mayoría de las personas que cruzan los dedos no lo asocian con una creencia religiosa. Pero de todas formas sigue sin ser una práctica judía.

De hecho, no existe un equivalente judío para sustituir el cruce de los dedos. Se podría intentar doblarlos para formar un maguén David, pero es más factible que eso lleve a tener artritis que buena suerte. Además, los judíos no creemos que la buena fortuna venga de señales o gestos. Rezamos a Di-s, hacemos buenos actos y tenemos fe en el futuro.

El lenguaje que utilizamos moldea la forma en la que pensamos. Entonces, en vez de decir “voy a mantener los dedos cruzados para obtener el trabajo”, deberíamos decir “si Di-s así lo quiere, conseguiré ese trabajo”. Si el destino no quiere que así sea, no hay contorsión de dedos que nos ayude a cambiarlo. Y si es la voluntad de Di-s, ninguna “bruja” se interpondrá en el camino.