La cabeza es el líder reconocido del cuerpo. Pero cuando una persona entra a una bañera de agua caliente, la cabeza a menudo dudará. Son los talones que se zambullen y marcan el camino.
Rabi Sholom DovBer de Lubavitch usó esta metáfora para ilustrar las cualidades especiales del judío "simple". La cabeza puede ser más inteligente y más sofisticada, pero los talones aparentemente toscos y sencillos talones poseen una medida mayor de Mesirut Nefesh (auto-sacrificio). El judío simple puede no ser tan sabio o exitoso como el judío erudito, pero su fe y compromiso —quizás, por consiguiente—exceda aquel de sus hermanos más elevados.
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