Raquel eligió ser enterrada en Bethlehem, en vez de Hebrón con los otros patriarcas y matriarcas. Ella previó que el pueblo judío pasaría por Bethlehem muchos siglos después cuando estuvieran siendo desterrados de la Tierra de Israel luego de la destrucción del primer Templo. En ese momento, luego de que los patriarcas intentaron pero no pudieron aplacar a Di-s, Raquel argumentó que así como ella no había estado celosa de su hermana Leah cuando se convirtió en la esposa de Jacob, Di-s no debería estar “celoso” de los ídolos que los judíos habían adorado. Di-s aceptó su argumento y proclamó: “Debido a ti, Raquel, regresaré al pueblo judío a su tierra.”

Es el autosacrificio y la devoción de Raquel lo que evoca la promesa de Di-s de redimirnos, a pesar de nuestras faltas y deficiencias.

Extraído de la edición española de Sabiduría diaria