Estimados lectores:
Agradezco a Hashem todos los días por mis cuatro hijos, dos varones y dos nenas. Cada uno de ellos con otra personalidad. El mayor es extrovertido y muy social, el que sigue es tímido y sensible, las bebas una es muy curiosa y dormilona y la otra hiperactiva.
No hay dos seres humanos iguales, no hay dos hijos iguales, no todos necesitamos lo mismo.
Culminamos con las bendiciones de Iaakov a cada uno de sus hijos .
No hizo una bendición general, sino que cada una de las tribus recibe su bendición acorde a su personalidad y característica.
En la casa, en la escuela y en la sociedad a veces cometemos el error de pensar que todos somos iguales, y si bien en esencia sí lo somos, cada persona tiene otras necesidades.
Un padre ama a todos sus hijos, pero quizás uno necesita más caricias, el otro más límites, el tercero más atención.
Que todos los que esperan hijos sean bendecidos con hijos sanos y saludables y aquellos que ya los tenemos que los podamos criar con abundancia y alegría.
¡Shabat Shalom!
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