Contamos lo que apreciamos. Contamos los billetes cuando cobramos un trabajo, contamos los días para que empiecen las vacaciones, contamos lo que importa.
La ley judía establece que algo que se cuenta tiene valor, algo que se cuenta no desaparece.
Los días entre Pesaj y Shabuot son los días de contar el Omer. Días de crecimiento espiritual y auto perfeccionamiento.
Podríamos pensar que los único importantes son los “iamim tovim”, los días buenos, los días de fiesta. Pesaj, Shabuot, son momentos especiales que valen la pena, pero los días “comunes”, que unen las dos fiestas son cotidianos, triviales, olvidables.
La cuenta del Omer, nos dice lo contrario. Cada día tiene un valor único e irremplazable, lo que puede refinar, mejorar y elevar espiritualmente hoy, no lo puedo hacer mañana, es la misión de hoy.
Cada día, cada minuto que Hashem nos regala en esta vida es valioso . Aprovechémoslo, disfrutémoslo.
¡Shabat Shalom!
Rabino Eli Levy
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