Estimados lectores:

Esta semana leemos sobre el suegro de Moshe, Itró. En esta misma parashá leemos sobre los 10 mandamientos. Sabemos que Itró era un sacerdote de la idolatría, quizás el más grande de su época, conocía a todos los ídolos con sus ciencias y detalles.

¿Cómo es posible que el relato de la entrega de la Torá sea en el contexto de parashat Itro, que fue un adorador de ídolos famoso?

Todo el motivo de la entrega de la Torá es permitirnos conectar la materia de este mundo con la espiritualidad. Previo a la entrega de la Torá teníamos un tipo de espiritualidad y conexión con la divinidad totalmente abstracta, pero después de la entrega de la Torá debemos imbuir la materia física de sentido espiritual.

Podríamos pensar que la materia en un nivel básico puede ser elevada y convertida en algo sagrado, como un animal se convierte en sacrificio, o el cuero se convierte en un pergamino de la Torá, pero un líder de idolatría no puede convertirse en un recipiente de santidad ni siquiera haciendo teshuva, es demasiado.

Por eso justamente el hecho que Itro haya sido el motivador de la entrega de la Torá nos enseña que absolutamente todo lo que está en este mundo es de una u otra forma un recipiente para que logremos conectarnos con la divinidad.

Que seamos merecedores de transformar en algo divino aquello que llega a nuestro camino.

¡Shabat Shalom!

Rabino Eli Levy