Una frase —y más que una frase, un concepto— que se ha implantado bien profundo en nuestra psiquis es: Fake News.
En muchas ocasiones, frente a preguntas desafiantes realizadas por periodistas sobre tal o cual tema, el presidente estadounidense Trump suele responder tajantemente con dos palabras: Fake News, o sea: “noticias falsas”. Lo que está queriendo decir es: “No tengo porque contestar tu pregunta, dado que está basada en noticias falsas (a veces acompañado de la aclaración que son perpetradas por tal o cual con tal o cual intención de hacerle daño)”. Generalmente el intercambio entre los dos termina ahí.
Esta frase no solo ha penetrado el discurso público por su valor “shock”, sino que ha servido para sacudir las propias bases de la seguridad de muchos. Si las noticias que nos llegan por medios serios de la talla de CNN y The New York Times son falsas o siquiera pueden serlo, ¿cómo habremos de identificar noticias que no son falsas? ¿Cómo podemos saber qué es verdad y qué es mentira?
Dentro de todo ese contexto político hay otra frase novedosa que aunque no se haya repetido tanto llamó mucha la atención por su originalidad: Alternative Facts (“Hechos alternativos”).
En una entrevista el día 22 de enero de 2017, la consejera del Presidente Trump, Kellyanne Conway, fue desafiada por el periodista en cuanto a la descripción por parte del vocero de la Casa Blanca de la cantidad de gente presente en la inauguración del presidente Trump que no coincidía con los números reportados en la prensa. “Lo que decís es falso. Nuestro vocero proporcionó hechos alternativos,” respondió. El shock sísmico que produjo ese comentario ganó su lugar en la historia.
Nuestros sabios enseñan que cada cosa negativa en el mundo tiene también el potencial de ser utilizada para bien. También es así en este caso: podemos aplicar las ideas negativas de Fake News y Alternative Facts también en forma útil y constructiva.
Nuestras realidades las definimos nosotros en base a nuestra percepción de ellas. Y a veces tenemos que decirnos a nosotros mismos sobre nuestras propias opiniones sobre nosotros mismos, en forma tajante: “Fake News!”, “Alternative Facts!”, sin entrar en mayores discusiones.
Este Shabat, el Shabat previo al ayuno de 9 de Av (Jueves, 30/7) está denominado Shabat Jazón, o sea el Shabat de la Visión. El motivo por ese nombre es el hecho que este Shabat leemos la profecía de Isaías1 que empieza con las palabras Jazón Ieshaiahu, “la visión de Isaías”. Se lee siempre el Shabat previo a dicha ocasión debido al contenido de la lectura que habla del rezongo de Di-s hacia el pueblo judío por su comportamiento.
El gran maestro jasídico Rabí Levi Itzjak de Berdíchev entendió en ese nombre que implica también que en ese Shabat se le muestra a cada uno —a nivel espiritual— una visión del Tercer Templo de Jerusalem que habrá de ser construido por Mashíaj.
¿Cómo se congenian estos dos extremos, la destrucción del Templo y su reconstrucción en una y la misma palabra y ocasión?
La respuesta es que la manera de poder sobrellevar una situación de destrucción es visualizar la eventual construcción. Cuando uno visualiza cuán mejores pueden llegar a ser las cosas, esa misma visualización lo puede ayudar a que llegue a concretar la visión y así salir de su situación negativa.
Y no se trata simplemente de una postura pasiva para sentirse mejor soñando con mejores tiempos. No hay que confundir sueño con fantasía.
Un sueño es cuando uno tiene un visión de cómo deben y pueden ser las cosas y trabaja duro para realizar esa visión. Una fantasía es cuando uno se imagina un mundo o situación mejor y sin hacer nada para lograrlo, espera que se dé solo.
El primer paso del éxito es visualizar hacia donde uno quiere llegar. Jazón. Si tiene claro la construcción que quiere realizar, podrá sobrellevar cualquier período de destrucción.
Mi abuelo, Rabino Bentzion Shemtov, A”H, decía que no importa soñar siempre y cuando tengas los ojos abiertos...
Ante la autoestima abatida por la razón que sea, hay que recurrir a las armas del presidente Trump y su consejera: desarmarla tajantemente por ser Fake News y Alternative Facts y seguir trabajando hacia el futuro. Hay que saber decirse: Tu percepción negativa es falsa y hay hechos alternativos que si pienses en ellos, verás y lograrás otro futuro.
Así que la herramienta de esta semana es: Recordá! Tanto si pensás que podés o si pensás que no podés, tenés razón.
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