El mes de Elul es comparado al tiempo en el que el rey se encuentra con su pueblo en el campo, antes de entrar a la ciudad y a su palacio.

Cuando el rey se encuentra en su palacio, no es fácil para la gente ordinaria obtener una audiencia con él. Aún cuando se logra una audiencia, uno debe acudir a ella debidamente vestido y bien preparado para la reunión con el rey.

Sin embargo, cuando el rey está afuera, en el campo, cualquiera puede aproximarse a él, aún vestido con sus ropas de trabajo.

De manera similar, durante el mes de Elul, Di-s está más fácilmente a disposición de aquellos que acuden a Él. Alegre y con gracia acepta a todos, y satisface las peticiones y solicitudes de cada cual.

Es, sin embargo, necesario acudir a Él y expresarle nuestras necesidades.