Elul es el último mes del año judío. Tiempo para examinar nuestros sentimientos, estilo de vida y comportamiento en nuestras relaciones con D-os y con el hombre.

No es necesario rebuscar mucho para darnos cuenta, cada uno de nosotros, que muchos aspectos de nuestra conducta diaria pueden mejorar.

Todos sabemos cuán mucha o poca atención prestamos diariamente al Todopoderoso y cuántos de nuestros pensamientos, palabras y acciones son dedicados o se ajustan a los deseos de D-os.

Tratemos entonces de encontrar gracia ante los ojos de Aquel de quien dependemos. Una vez que tomamos conciencia de que dependemos de D-os y somos capaces de ver nuestras propias deficiencias, podremos entonces arrepentirnos verdaderamente y volver a D-os. La petición es entonces significativa y el Todopoderoso responde de acuerdo a ella.

Hay un decir “mejor una acción que mil suspiros”. La sinceridad de nuestro retorno al Todopoderoso debe ser demostrada y acompañada con acciones, tal como un compromiso para estudiar Torá o un compromiso para cumplir otra Mitzvá.