Las plegarias que hace uno en Rosh Hashaná deben ser dirigidas esencialmente a establecer el dominio de D-os y a la satisfacción de las necesidades de la comunidad y no de las necesidades personales. Uno debe rezar para que toda la humanidad no sea encontrada culpable y salga con mérito en el juicio, que la armonía aumente y que la soberanía de D-os sea revelada ante toda la Creación.

Decimos en la plegaria Amida: Que todos los que existan sepan que Tú les das existencia, que todos los fueron creados entiendan que Tú los has creado, que todos los que poseen un alma declaren: D-os, el Señor de Israel, es Rey y Su dominio está en todo lado. Ésta es la esencia de las plegarias del Día del Juicio: que todo el mundo pase ante D-os para ser juzgado para la vida o para la muerte.

Uno que se da cuenta que todo el mundo es juzgado por todas sus acciones - ¿cómo podría concentrar sus pensamientos en sus propios deseos y necesidades? Aún si confía que surgirá meritorio en el juicio - ¿cómo podría buscar su propio bien en un momento en que el mundo entero está siendo pesado en la balanza de la justicia?

En vez de eso, debe buscar piedad para sí y para todos los demás hombres, rogando para que todos sean inscritos para una buena vida y que Él, quien otorga vida a todos, les proporcione lo que les falta. Como dicen nuestros Sabios: Aquél que otorga vida, otorga sostén.