El texto de la confesión está arreglado de conformidad con el alef-bet (“Ashamnu, bagadnu,” etc.).
La razón es que cuando una persona peca, el pecado crea una kelipá con un cuerpo y un alma. El alma es creada a partir del deseo por el pecado y el cuerpo a partir de su comisión efectiva. Si el pecado es de pensamiento o palabra, el cuerpo de la kelipá es creado a partir de letras.
Cuando una persona se arrepiente, el remordimiento y el desarraigo de la voluntad anulan el alma de la kelipá; y la confesión con palabras anula el cuerpo de la kelipá (ya que el movimiento de los labios es considerado acción). Por lo tanto, confesamos mencionando las 22 letras del alef-bet, a fin de anular el cuerpo de la kelipá formado con las 22 letras de pensamientos extraños y fantasías pecadoras.
(Derej Mitzvoteja, p. 76)
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