“Y Aharon echaba suertes sobre dos cabras, una para D-os y otra para Azazeil.”

Se hace la pregunta: después del servicio espiritual del mes de Elul, los días de selijot, Rosh Hashaná, los diez días de arrepentimiento y la víspera de Iom Kipur, ciertamente todos están a nivel de un tzadik, y ¿cómo es adecuado que en este día una de las suertes no era para Di-s?

Una explicación es que la era mesiánica, cuando el mundo esté santificado y purificado, no habrá ya necesidad del servicio espiritual de “darle la espalda al mal,” y los mandamientos negativos serán de la modalidad de “darle la espalda al mal” ya que están en la Torá misma. En la Torá no hay lugar para el mal en un sentido simple; hay únicamente la ventaja de “darle la espalda al mal,” la conversión del mal mismo al bien.

Como nuestros Sabios indican, “los pecados deliberados son convertidos en méritos.”  La sublimidad de estos “méritos” es visible también en el hecho de que los mandamientos negativos superan en número a los positivos. Hasta aquí las dos suertes son similar en cuanto a la situación futura de mandamientos positivos y negativos, a saber, dos caminos en el reino de la santidad misma.

(Sijat Erev Iom Kipur 5746)