De acuerdo con el Midrash, cuando D-os dijo “Que haya un firmamento” y dividió las aguas superiores de las aguas inferiores, las aguas inferiores lloraron y dijeron: “¡Deseamos estar en la presencia de nuestro Rey!” No estuvieron satisfechas hasta que D-os les prometió que serían usadas para la libación del agua en Sucot.

La ofrenda del agua expresa entonces como las aguas descendieron para un ascenso, llegando finalmente a un nivel más alto. En otras palabras, la libación del agua cancela la separación entre las aguas superiores y las inferiores, y más generalmente, la separación entre “arriba” y “abajo,” espiritual y físicamente. Esta separación es cancelada elevando y espiritualizando el mundo físico inferior hasta que asciende a un nivel más alto que antes de su descenso.

De esto viene el regocijo especial de Simjat Beit Hasho’eiva. Cuando un judío piensa en el significado de la libación del agua, que la creación de entidades “inferiores” se hace para lograr una elevación mayor, puede servir mejor a D-os con verdadera alegría y superar todos los obstáculos y los retos.

(Likutei Sijot, vol. 2, p. 420)